Trabajo Nº: | RES0075 |
Tipo: | Oral |
Tema: | Symposium autoorganizado |
Autores: |
María Francesca Criach Singla Facultat de Psicologia, Ciències de l’Educació i de l’Esport BLANQUERNA, Universitat RAMON LLUL (Pedagogía y ciencias sociales) quecacs@blanquerna.url.edu |
Keywords: | ApS, Practicum, patio educativo |
El proyecto que presentamos se enmarca en unas Prácticas curriculares de 4º curso, en la modalidad de aprendizaje-servicio (en adelante ApS), de los estudios del Grado de Educación Infantil de la FPCEE BLANQUERNA, Universitat RAMON LLULL, Barcelona.
En la literatura podemos encontrar distintas definiciones de aprendizaje-servicio (Puig, Batlle, Bosch i Palos (2007)). En este trabajo entendemos el ApS como una modalidad educativa que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto bien articulado, en el cual los participantes se forman trabajando sobre necesidades reales del entorno, con el objetivo de mejorarlo. El aprendizaje servicio es, pues, un proyecto educativo con utilidad social (Puig, J. et alt, 2007).
Este proyecto de Practicum lV en modalidad ApS permite que una escuela disponga de un patio adecuado a las necesidades de los niños y niñas de Educación Infantil (segundo ciclo), más allá de la habitual pista de cemento. Diseñar y llevar a cabo una nueva propuesta de reorganización del espacio de juego en el patio es, para una alumna de un Practicum, una excelente oportunidad para desarrollar una intervención de aprendizaje-servicio. En este caso concreto, ella podrá formarse a partir de una necesidad real, y por tanto el aprendizaje irá más allá de la transmisión de conocimientos. La alumna será generadora de su propio aprendizaje: descubriendo necesidades; buscando y organizando información; tomando decisiones... en definitiva aprendiendo. Además, la propuesta ofrece también una vertiente clara de servicio al centro de prácticas, la comunidad que la ha acogido como futura maestra para completar su formación.
En el Practicum lV se realizan dos períodos de prácticas en la escuela durante el año académico. Durante su primera estancia en la escuela de prácticas, observa que los niños de Educación Infantil (segundo ciclo) solo disponen de un patio de cemento, sin propuestas educativas, que a menudo se convierte en un espacio de peleas y riñas entre ellos, unos que lloran y otros que sencillamente se aburren. A partir de observar esta necesidad en el patio, conjuntamente con la tutora de la Universidad, se discute la posibilidad de proponer a la escuela de prácticas de hacer una intervención de aprendizaje-servicio para mejorar este espacio, y se piensa una propuesta a desarrollar. La alumna elabora una propuesta de intervención, y una vez se ha podido comprobar su viabilidad, plantea el proyecto a su tutora de la Universidad y a la coordinadora de prácticas del Centro Escolar. Ambas lo aceptan. Durante los meses siguientes, la alumna desarrolla la idea con la tutora de la universidad, siempre de acuerdo con la tutora del aula, para finalmente, llevarla a cabo en la escuela durante su segundo periodo de prácticas.
La alumna de la facultad llevará a cabo una propuesta de aprendizaje-servicio, al desarrollar las competencias profesionalizadoras que se le suponen a la asignatura de Practicum lV.
La escuela es un centro situado en un barrio marginal de Sant Roc (Badalona) donde predomina la diversidad cultural (no hay ningún niño catalán ni del resto de España). La clase se P5 consta de 20 niños y niñas, pero hay mucho absentismo y casi nunca están todos.
En el Practicum IV se debe llevar a cabo una propuesta didáctica en la escuela, la cual habitualmente se plantea a partir de aspectos curriculares, con actividades que potencian el desarrollo de las capacidades entorno los ejes del Currículum del ciclo 3/6 de Educación Infantil. En el caso de nuestra alumna, Ariadna, tenía la idea inicial de trabajar el descubrimiento del entorno y el desarrollo logicomatemático de los niños de su clase de P5.
Por lo que respeta a las matemáticas, pretendía trabajar contenidos (numeración, pesos, medidas y cantidades, formas geométricas), pero sin fichas. Son niños muy movidos y curiosos y una metodología más activa les evitaría tener que estar sentados, y se potenciaría un aprendizaje más significativo, con experiencias vivenciales. Según el Currículum, en las primeras edades la matemática toma un papel fundamental como herramienta para contribuir al descubrimiento del entorno, al favorecer el descubrimiento, tocar, observar, comparar las características y propiedades de los objetos, los materiales, los elementos, los acontecimientos. Con la matemática, el niño avanza en el descubrimiento sensorial, en sus posibilidades perceptivas y en el establecimiento de relaciones lógicas del entorno. La intervención de los educadores debe favorecer este proceso de maduración facilitando propuestas que les permitan comparar, ordenar, agrupar desde una manera global e intuitiva
Por lo que respeta a medio natural, se pretendía poder crear un pequeño jardín con plantas aromáticas.
Pero ella observa que el patio de la escuela es una pista de cemento, un espacio mal aprovechado, con un ambiento frío, nada acogedor, y con pocos recursos pedagógicos. Está formado por dos ambientes: el de Educación Infantil, y el de educación Primaria. En el de Infantil sólo pueden acceder los niños de P3 a P5, mientras que al de mayores pueden ir todos. Todo el patio de Infantil es también de cemento, menos una pequeña zona con arena, pero no siempre pueden hacer uso de ella. También encontramos casetas de plástico, un tobogán, patinetes, motos y otras piezas de plástico como bloques. La alumna define el patio de la escuela como un patio carcelero. Durante su primer periodo de prácticas, los niños, aburridos, cada día le pedían jugar. Ella propuso algún juego, como el “pica-pared”, que fue un éxito rotundo: “venían niños de todas las edades y se podía observar un magnífico aprendizaje entre iguales y una mejora en la conducta de los niños: había muchas menos disputas y menos llantos” comenta Ariadna.
Esta constatación lleva a que conjuntamente con la tutora de la Universidad, se planteen la posibilidad, y la oportunidad, de proponer a la escuela de prácticas una intervención de aprendizaje-servicio consistente en reorganizar el patio para los alumnos de 3 a 6 años, para hacer un cambio en este espacio exterior y ofrecer un espacio educativo y de calidad.
El tiempo para sacar el proyecto adelante es muy limitado y debe adaptarse al calendario del Practicum, el cual marca dos periodos intensivos, en octubre, y en marzo, y un día a la semana de noviembre a abril.
En el primer período se detectan las necesidades y se empieza a intuir la propuesta. De diciembre a febrero se va desarrollando la idea, de acuerdo con la maestra de la escuela y la tutora de la universidad. Las tutorías que semanalmente se llevan a cabo entre la alumna de prácticas y la tutora de la universidad en el marco del Practicum, es donde se estructura el proyecto para conseguir que sea viable. La alumna busca información sobre qué es y cómo se lleva cabo un aprendizaje-servicio. Descubre que el primer paso es detectar las necesidades del centro: fue lo primero que ella realizó ya en el primer período de estancia en la escuela. El segundo paso de un ApS es diseñar una propuesta de intervención: en su caso un nuevo espacio de patio educativo y de calidad. En las tutorías el proyecto va tomando forma, comenzando con una lluvia de ideas sobre cómo se imagina el proyecto o pensando donde se puede buscar la información necesaria para sacar el ApS adelante. En definitiva, se recoge y organiza toda la información y las tareas que forman parte del proyecto de ApS, para poder llegar a la tercera fase, la ejecución del proyecto, su implementación, durante el segundo periodo intensivo de estancia en la escuela. Las tutorías no son individuales siempre, a menudo se realizan conjuntamente con el resto del grupo y el tutor/a. La ventaja de trabajar en grupo facilita que las ideas, las propuestas, las dudas, las reflexiones, las aportaciones, … sean conjuntas. En definitiva: se construye conocimiento de manera compartida.
Finalmente se llega a la tercera fase, la ejecución del proyecto: se lleva a cabo el proyecto de remodelación del patio, al largo del mes de marzo.
Para ello, Ariadna deberá ha debido modificar los objetivos iniciales de descubrimiento del entorno y de desarrollo logicomatemático para hacer un proyecto para mejorar el patio, para pensar distintas propuestas para ello, pero sin dejar de lado los contenidos curriculares que la maestra consideraba importantes trabajar con estos niños. El objetivo de esta nueva propuesta es que los niños puedan tener la oportunidad de beneficiarse de un espacio exterior donde se sientan a gusto, donde puedan disponer de propuestas y actividades a través del juego, y así el aburrimiento, la inactividad y el mal comportamiento queden apartados. Se pretende crear un espacio para jugar juntos utilizando la imaginación y a la vez se genere una actividad que beneficie el desarrollo de los niños.
Así pues, la propuesta inicial dio un cambio: si bien la primera intención era llevar a cabo actividades que desarrollaran los objetivos y contenidos curriculares de P5, con actividades que fueran dinámicas y atractivas para los niños de la clase, al pensar en la reorganización del patio, se modificaron los primeros objetivos, no solamente ampliaándolos sino que al introducir el aprendizaje-servicio, se cambió la orientación. No se trataba ya de proponer solo actividades “divertidas” para trabajar las matemáticas y el medio natural: el nuevo proyecto consistía en desarrollar actividades matemáticas y del entorno, pero a la vez debían servir para modificar el proyecto del patio. Ahora se trataba de conseguir un “nuevo patio”, más acogedor, con juegos tradicionales (en los cuales se trabajaban las matemáticas también) y con un pequeño jardín aromático (que a su vez trabajaba objetivos y contenidos de medio natural).
Los espacios exteriores además de ser una fuente de placer para muchos niños, son también espacios educativos de aprendizaje, donde los niños aprenden gracias al entorno que les rodea (Cols, Fernández). En educación infantil consideramos que todos los tiempos y espacios son educativos, por lo cual es importante cuidar la estética y los recursos para ofrecer zonas y espacios de calidad donde los niños puedan realizar sus descubrimientos y tengan un amplio abanico de posibilidades para que todos puedan desarrollar al máximo sus posibilidades. Como afirma Paniagua (2005) al patio se le debe dar la misma consideración e importancia que damos a las aulas. Además, el tiempo al aire libre facilita que el aprendizaje a partir del movimiento sea mucho más ameno y significativo. El patio es un espacio que permite el desarrollo integral de los niños, ya que contribuye al desarrollo motriz, al desarrollo del lenguaje emocional, cognitivo y social (Ritscher (2013).
El juego es la base de cualquier aprendizaje. Tal como afirma Bruner (1984) es uno de los factores esenciales que intervienen en el proceso del desarrollo y el aprendizaje gracias a la actividad que el niño realiza en su interacción con las personas y los objetos. A través del juego los niños efectúan esfuerzos y superan retos personales, haciendo que ellos mismos se pongan a prueba, y reafirmen su autoestima. El juego es la principal herramienta para el desarrollo cognitivo, la comprensión y producción de lenguaje, la resolución de problemas, la creatividad, iniciativa, concentración, las habilidades sociales y una gran herramienta de cohesión social. Jugar juntos, utilizar la imaginación y disfrutar del desarrollo es una manera de aprender y conocer. Con este nuevo enfoque (ApS), se pretende implicar a los niños y niñas en la transformación del patio, ellos deben tener un papel protagonista en el desarrollo de estas mejoras. En los proyectos de ApS ellos son protagonistas y no meros receptores. Al fin y al cabo, es su patio.
Para todo ello, la alumna ha intervenido en distintos ámbitos:
- concretar con la maestra los objetivos curriculares a trabajar, de matemáticas y de medio.
- Consensuar con la escuela la reforma del patio. Era necesario encontrar una propuesta adecuada y unas actividades motivadoras.
- Buscar propuestas para transformar un patio carcelero en un patio educativo
- Recuperar juegos tradicionales
- implicar a los niños en todo el desarrollo, en su patio
- concretar la siguiente propuesta:
Bloque 1: CONSTRUCCIÓN DE UN ESPACIO CON PLANTAS AROMÁTICAS.
Un espacio educativo debe tener elementos naturales: agua, hierba o vegetación autóctona con flores que atraigan a los insectos y permitan la observación de la naturaleza, y elementos manipulables como arena y troncos que permiten el desarrollo las propias ideas y favorece la interacción social.Así qué naturalizando los espacios, se estimulará la curiosidad, la imaginación, la fascinación y el aprendizaje por descubrimiento, respetando el ritmo de cada niño. Loselementos naturales ofrecen retos y complejidades que se modifican y se transforman con el tiempo, haciendo que el espacio no sea estático y aburrido (Ritscher, P. 2006).
Puesto que la escuela está situada en un barrio de Badalona donde el ambiente de los niños no favorece el descubrimiento y experimentación del entorno natural, con esta propuesta se pretende que puedan descubrir y experimentar el crecimiento de una semilla, y así pueden llegar a entender un poco más el concepto de ser vivo.
Por estas razones la idea principal fue hacer una zona verde de plantas aromáticas:
*Actividad: construcción de un terrario con plantas aromáticas.Actividades Iniciales: Se llevarán algunas plantas aromáticas al aula y se comentarán algunos de sus rasgos principales (formas, partes, características, necesidades de agua). Luego se dispondrán por familias de plantas, y en el centro unas cartas con el nombre de cada una, y una adivinanza con los principales datos, los cuales darán una pista para hallar el nombre con la planta. Se aprovechará para que ellos mismos cuidadosamente puedan oler los diferentes olores para reconocerlas. Seguidamente se plantearán unas preguntas para ayudar a diferenciar, reconocer y recordar las plantas.A continuación en el patio se podrían plantar en macetas entre todos. Su colaboración es importante. Se aprovechará para trabajar lenguaje matemático: sobre profundidad, anchura, distancia,… ya que se realizarán agujeros. Y se repartirán los cargos para regarlas. Pero al final, en lugar de plantas aromáticas se decidió hacer germinar una semilla, puesto que los fines de semana el patio de la escuela se abría al barrio y a distintos centros recreativos, y a menudo se estropeaba lo que allí quedaba, se rompía o simplemente desaparecía. Por ello no se veía del todo posible poder construir un pequeño huerto en el patio.Se introdujo la actividad preguntando a los niños lo que sabían sobre el nacimiento y crecimiento de las plantas. Luego se aclararon algunos conceptos, sobre semillas, necesidades de agua, tierra, luz y sol. Posteriormente reconocieron algunas de las semillas que tenían para plantar: judías, lentejas, garbanzos y semillas de limón.Se aprovechó para escribir los nombres de estas semillas en la pizarra entre todos y así ellos hacían el cartel con su nombre y el nombre de las semillas que habían escogido. Uno a uno iban escogiendo sus semillas, las contaron, cogían el algodón, lo mojaban y lo colocaban en un vaso para hacer germinar y crecer su futura plantita, la cual, cuando brotara, se trasplantaría a la tierra. La última fase del ApS es la evaluación del proyecto y sus actividades.Para valorar esta actividad: realizaremos observación directa y una conversación inicial y final con los niños. Les ha quedado muy claro que las plantas salen de las semillas, que necesitan la tierra, el agua, el sol y el oxígeno para vivir. Durante todo el mes se ha estado trabajando un poco las plantas como ser vivo.
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imagen 1: plantando semillas |
Bloque 2– VAMOS AL PATIO.
Recuperación de juegos tradicionales, donde se trabajan matemáticas (numeración, pesos, medidas y cantidades, formas geométricas, …), música, y desarrollo motriz: pintar, dibujar, saltar con equilibrio, bailar. *Actividades:
Durante dos días Ariadna se dedicó a preguntar qué les gustaría tener en el patio. La mayoría de respuestas fueron juegos en general, así qué partiendo de las necesidades de los niños y del espacio disponible, se realizó la siguiente propuesta. En todo momento los niños han sido muy partícipes.
Actividad núm.1: pintar en el suelo “tres en raya”
Un tronco cortado en seis rodajas van a representar seis fichas grandes para poder jugar a un tres en raya gigante. Los niños las pintaron de dos colores que ellos mismos eligieron: tres rosas y tres verdes. Se hizo una prueba en clase, con una cuadrícula con tiza en el suelo y se explicaron las bases del juego, en que cada equipo tenía que conseguir hacer una línea seguida de su color. Parecía que lo entendían, pero no: todos iban a hacer su línea y por tanto siempre ganaba el equipo que empezaba, ya que sólo veían lo que hacían ellos. Tal como afirma Piaget se encuentran en la etapa egocentrista situada de los dos a los seis años, en la que se considera que todavía son incapaces de ponerse en el lugar del otro. Hizo falta repetir las instrucciones, insistiendo que debían estar pendientes de lo que hacía el otro grupo, Finalmente, una niña bloqueó la línea de los otros y así se pudo continuar jugando hasta que uno de los equipos hizo el tres en raya.
El último día ya tenían pintada la parrilla gigante en el patio y sacaron las piezas. La gran sorpresa fue que ningún niño lo utilizaba como un tres en raya sino que jugaban saltando de tronco en tronco, moviendo las piezas para ir haciendo saltos de distintas largadas. Pasados unos días, se propuso un juego que se basaba en saltar sólo a los colores que marcaba uno de ellos, de manera siempre había alguien que se quedaba sin pieza y "perdía”.
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imagen 2: tres en raya |
Para poder hacer una valoración de cada actividad se elaboró una parrilla con unos indicadores marcados por una parte, y por otra se realizó una observación días y se almacenó información a través de vídeos, notas de voz, fotografías y escritos personales. Todo ello fue de una gran utilidad para poder hacer una valoración general de la actividad.
Actividad núm 2: pintar en el suelo el juego del triángulo de los números
Se trata de sumar números. Se dibuja un triángulo en el suelo con casillas con números, y a un paso de la base se dibuja la línea de lanzamiento (a 2m de distancia). Se establecen turnos y los jugadores se ponen detrás de la línea. Es un juego fácil de entender, les gusta y suman con las manos los números que les toca.
Material: dos piedras planas y un yeso para marcar en el suelo.
Desarrollo para dos jugadores:
Cada jugador, a su vez, tira las dos piedras. Se suman todas las puntuaciones conseguidas. Gana quien consigue más puntos que el otro.
Observaciones: En caso de que estén jugando niños de diferentes edades, se puede proponer cambiar la distancia de lanzamiento según la edad. De esta manera se equilibran las posibilidades
Con esta actividad, se fomenta el desarrollo de la autonomía en este caso al dibujar sus propios juegos. A la vez, se aprovecha para dar a conocer los juegos tradicionales.
Acividad num 3: Dibjujo libre en el cemento con tizas de colores.
El cemento es un lugar perfecto para utilizar tizas y dejar que los niños dejen volar su imaginación y creatividad. Esta actividad ha sido la que más éxito ha tenido ya que todos los niños y niñas se pasan casi todo el tiempo del patio pintando, hacen grandes obras de arte en el suelo del patio, comparten los yesos y se crean grupos de dibujo, todo de una manera muy relajada.
Fue una sorpresa que una actividad tan sencilla no la utilizaran en esta escuela donde todo era de cemento, se puede ver en las fotos cuál es el resultado, un ambiente de tranquilidad.
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imagen 3; dibujo libre en el suelo |
Actividad núm 4: Los bolos.
Se trata de construir un juego de bolos para el patio y aprender a jugar con ellos, aprovechando para experimentar con distintos pesos. Se adornarán unas botellas de plástico vacías con cintas tipo bolos, se pintarán y se rellenarán con agua o arena, para jugar en el patio.
Es una manera para ir aprendiendo la numeración ya que todos quieren saber el número de botellas que tira y esto les obliga a contar. Y además se trabaja los distintos pesos (aprovechando las botellas se llenan más o menos para ver qué efecto tiene a la hora de tirar la bola). Y es que las matemáticas forman parte de nuestra cotidianidad. “Las matemáticas están por todas partes”, señala Mª Antonia Canals (2007).
Decoraron los bolos con total libertad. Luego se explicaron las instrucciones concretas, y empezaron a jugar. Posteriormente procedieron a vaciar el agua que tenían y experimentaron que vacías caían casi solas, y que muy llenas no caían y llegaron a la conclusión de que era por el peso del agua. Pasados unos días, el juego cambió de orientación: algunos cogían las botellas, las colocaban dentro de las ruedas y hacían acrobacias con ellas.
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imagen 4: probando los bolos |
5: baile final, con una canción sobre el desarrollo de una planta. De esta manera, como en todos los proyectos ApS, la actividad se cierra con una fiesta, que sirve para presentar el proyecto.
El interés en las actividades que se realizaron obtuvieron unos resultados sorprendentes:[tona1]
- En cuanto a la alumna universitaria, ésta ha puesto en práctica los conocimientos adquiridos en la facultad, su proyecto tiene un valor cívico con un impacto real en los alumnos y en el centro escolar. Un trabajo académico se ha traducido en algo palpable y útil gracias al proyecto de ApS.
Ha sido capaz de analizar las necesidades que tenían los niños de su clase a la hora del recreo: hacía falta reorganizar el espacio.
Ha desarrollado la vertiente artística a la hora de diseñar las actividades, y la ha potenciado en los niños.
Ha conseguido unas actividades curriculares significativas para los niños.
Ha sido capaz de adaptarse a las circunstancias y cambiar su propuesta: al principio plantea una intervención curricular y posteriormente la adapta a un ApS; cuando no puede realizar el jardín aromático, cambia la propuesta y plantan una semilla.
Su actitud ha facilitado y permitido que los niños se implicaran tanto que hasta transformaron las propuestas de juego en otras distintas.
– En cuanto a los niños y niñas, estos participan mostrando todos sus conocimientos relacionados con el proyecto. Han visto que jugando en el patio se aprende a la vez que se contribuye a mejorar el espacio para su recreo, y para los otros niños de la escuela. Se han implicado en su patio.
Los niños también han llevado a cabo unos aprendizajes curriculares (matemáticas y ciencias naturales) a través de las distintas de las actividades y juegos tradicionales que han realizado.
Los niños desarrollaron mucho la creatividad y la imaginación se en este proyecto, puesto que reconvertieron las propuestas iniciales en otras actividades, en juegos con otras normas, siguiendo su imaginación (las piezas del tres en raya y los bolos tuvieron otro uso pasados unos días). Han aprendido a crear sus propios juegos.
Esta propuesta también ha servido para trabajar la educación en valores, como podría ser el compañerismo, puesto que en los juegos se debe compartir y respetar unos procedimientos para su preparación, así como respetar el turno.
Finalmente, en relación a los niños, se ha conseguido una armonía entre grupos que antes no existía: se producen menos peleas y se percibe menos aburrimiento entre los niños, debido a una mayor propuesta de actividades. Se ha conseguido mejorar la relación de convivencia e integración de los niños en el patio.
-En relación a la propuesta, todas las actividades que se han desarrollado, han mostrado como de un material inespecífico puede ofrecer un montón de posibilidades, tanto las piezas del tres en raya como las botellas de los bolos.
-Desde la universidad, representada por la tutora de prácticas, poder trabajar con la alumna y el centro escolar es una oportunidad de constatar el potencial que tienen los proyectos ApS como innovación.
La última fase de todo proyecto de ApS es su evaluación. A lo largo del desarrollo de las actividades, estas ya se han ido comentando. Ahora es el momento de valorar el proyecto en sí:
El resultado final cumple con los pilares metodológicos del modelo de ApS: aprendizaje relevante y significativo para la comunidad, mejora del aprendizaje académico, y aprendizaje cívico con un propósito claro.
Experiencias de este tipo demuestran que es posible realizar un Practicum universitario en la modalidad de aprendizaje-servicio, en el que todos han salido ganando: por un lado los alumnos: los niños de la escuela y la estudiante universitaria, y por otro la escuela, así como la universidad.
Esta experiencia cumple el requisito de ApS que considera al destinatario como un agente activo, que se implica, se empodera gracias al proyecto, no es un mero receptor pasivo de quien diseña el proyecto. En esta experiencia queda demostrado que la alumna en prácticas no era quien decidía qué se debía realizar, sinó que implicaba a todos: desde la universidad (su tutora y sus compañeros), a la dirección de la escuela y a la tutora de Educación Infantil (segundo ciclo), y evidentemente a los niños, los verdaderos destinatarios y protagonistas a la vez.
Esta modalidad potencia en el alumno en prácticas competencias profesionalizadoras en un entorno real, que van más allá del desarrollo del curriculum escolar, ya que realizando un ApS puede dar respuesta a necesidades sociales reales de la escuela.
Las intervenciones de ApS contribuyen pues a formar ciudadanos críticos y activos en la sociedad, porqué los implicados descubren la realidad como un espacio que puede ser mejorado, y con sus acciones transformadoras contribuyen a mejorar el mundo.
Podemos concluir pues que el ApS es una forma de ver el mundo que lleva implícita una metodología: se aprende haciendo servicio, porque hacer servicio enseña. .
BIBLIOGRAFIA:
Bassedas, E., Solé, I., Huguet,T. (1998). Aprender y ensenyar en Educación Infantil. Barcelona: Editorial Grao. 2ªedicio
Bruner,J. La educación, Puerta de la cultura. (2013) Ed. Antonio Machado. Madrid
Canals, Mª A, (2007): Vivir las matemáticas Barcelona. Ed. Octaedro (2ª edición)
Paniagua, G. (2005). Educación infantil: Respuesta educativa a la diversidad. Barcelona: Alianza Editorial
Puig, J. M., Batlle, R., Bosch, C., & Palos, J. (2007). Aprendizaje servicio. Educar para la ciudadanía. Barcelona: Editorial Octaedro.
Ritscher, P. (2006). El jardín de los secretos. Barcelona, Ed. Octaedro