Gestionar las Prácticas Externas: luces y sombras
Trabajo Nº:RES0082
Tipo:Oral
Tema:Retos a los que se enfrenta la gestión del Prácticum y las prácticas externas
Autores: María del Mar Prados Gallardo
Universidad de Sevilla (Vicdecanato de Prácticas Profesionales y Emprendimiento)
marprados@us.es
Keywords:prácticas curriculares externas, gestión, educación superior, reflexión
INTRODUCCIÓN

El fin último de esta comunicación es compartir la experiencia vivida, a lo largo de dos cursos académicos, a cargo de la gestión de las prácticas curriculares externas de los/as estudiantes que cursan sus estudios de grado y máster en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla.

En el desarrollo de esta publicación se plantearán las luces y sombras que han supuesto los desafíos y actuaciones llevados a cabo al frente del Vicedecanato de Prácticas Profesionales y Emprendimiento de un Centro en el que se imparten 4 títulos de grado, 3 dobles títulos de grado y 5 títulos de máster y atiende a casi 5000 estudiantes. La gestión del Prácticum y las prácticas externas de las mismas supone trabajar con más de 2500 estudiantes, casi 400 docentes que actúan como tutores/as académicos/as y aproximadamente 8000 entidades colaboradoras con sus respectivos/as tutores/as profesionales.

Trabajos como los de Palacio (2004), Paricio (2012) o Rodrigez-Pulido, Artiles-Rodríguez y Aguilar-Perera (2015) destacan las dificultades para conciliar docencia, investigación y gestión. Aunque sería interesante y daría para mucho reflexionar sobre cómo afecta asumir un cargo de gestión a la vida (o mejor dicho no vida) docente e investigadora de quien lo asume, en este trabajo nos centraremos en los retos encontrados para sacar adelante la gestión de las prácticas de la mencionada Facultad, sin entrar en detalle de sus repercusiones en la docencia e investigación de la autora.

Se plantean las dificultades encontradas para desarrollar las labores de gestión en pos de la calidad de las prácticas curriculares de nuestros/as estudiantes. Del mismo modo, se presentan las acciones iniciadas para solventar estas dificultades y otras propuestas de mejoras futuras.  

METODOLOGÍA

Objetivos:

  • Dar una visión general de los retos a los que se enfrenta la gestión del Prácticum y las prácticas externas y compartir inquietudes relativas a la misma.
  • Comunicar las dificultades y necesidades encontradas al frente de esta gestión.
  • Presentar las propuestas de mejora que se han planteado y las medidas puestas en marcha hasta este momento.
  • Plantear cuestiones para el debate y la reflexión.

Nuestra facultad y sus prácticas externas: situación de partida.

Como se hacía mención más arriba la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla cuenta con 12 títulos cada uno de los cuales con sus propias especificidades en materia de Prácticas y en cada caso es necesario involucrar a distintos agentes y en distintos escenarios profesionales.

En las tablas 1, 2 y 3, se trata de dar una visión general de la situación a la que nos venimos refiriendo. En concreto, se puede apreciar las diversas materias de prácticas a las que se atiende en nuestra facultad.

Tabla 1. Las prácticas en los Grados

Tabla 2. Las prácticas en los Dobles Grados

Tabla 3. Las Prácticas en los Máster

Como se puede apreciar se trata de 12 materias relativas a las prácticas. Esto es 12 programas distintos, con sus propios objetivos y competencias a desarrollar, sus criterios específicos de evaluación y, en definitiva 12 realidades distintas a las que atender desde un mismo Vicedecanato.

En la siguiente tabla (tabla 4), a modo de ejemplo, se presentan los datos relativos al curso académico 2017/18.

Tabla 4. Número y diversidad de prácticas realizadas en el curso 2017/18

Dificultades y necesidades detectadas.

Aunque en este curso académico 2018/19 nos encontramos celebrando el 25 aniversario de esta Facultad, anteriormente era la escuela de magisterio. En estos años, dentro de los diversos planes de estudio de cada una de las titulaciones que se han ido creando, siempre se ha contado con al menos una materia específica para que los estudiantes desarrollaran sus prácticas profesionales en centros, empresas o entidades en las que el día de mañana pudieran trabajar. Quiero referirme con esta aclaración a que la Facultad cuenta con un largo recorrido en lo que a prácticas se refiere. Recorrido en el que, las personas que se han encargado de gestionar las prácticas han ido allanando y afianzando el camino por el que hoy nos encontramos avanzando. A todas y cada una de ellas hemos de agradecer su implicación y trabajo en pos de las prácticas curriculares de cada uno de los títulos de esta Facultad, no obstante, hemos de reconocer que este camino aún puede mejorar mucho.

Es en este sentido que apuntaremos a algunas de las dificultades y necesidades que en el día a día de este Vicedecanato se han podido detectar.

 Dificultades identificadas:

  • Gran número de agentes implicados. Se trata de una tríada para cada una de las materias de prácticas citadas en las tablas anteriores, conformada por estudiantado, tutores/as académicos/as y tutores/as profesionales.
  • Desconocimiento de la normativa de prácticas por parte de muchos de estos agentes. Pese a la publicación de la normativa de prácticas en la Web de la Facultad y en la Web del Secretariado de Prácticas en Empresa y Empleo de la Universidad de Sevilla y, pese a las sesiones informativas que se dan tanto a profesorado como a estudiantes en cada curso académico, son incontables las consultas vía teléfono, correo o presenciales cuyas respuestas se encuentran en la normativa.
  • Gran número y diversidad de entidades colaboradoras en función de las titulaciones. De un lado contamos con el apoyo inestimable de la Delegación Territorial de Educación de la provincia de Sevilla, que nos surte de la gran parte de las ofertas de prácticas de los Grados de Primaria e Infantil y los Dobles Grados. De otro lado contamos con la oferta que nos aportan otras entidades de carácter público (más de 500 empresas) y privado (más de 200 empresas). Atiéndase no sólo a las dificultades asociadas a la gestión y comunicación con más de 700 empresas sino a la diversidad de las mismas. No son iguales las relaciones y trato con empresas de carácter público o privado ni tampoco si se trata de Centros Educativos que de la gran variedad de empresas a las que pueden ir en prácticas nuestros estudiantes: gimnasios, academias, prisiones, hospitales, todo tipo de asociaciones, etc.
  • Escasa importancia otorgada a las prácticas externas. La relevancia y beneficios que aportan las prácticas de una titulación en la formación de los estudiantes han sido destacadas por numerosos autores (Cannon, 2002; Mayor, 2001; Hativa, 2001; Michavilla y Martínez, 2002). Sin embargo, por todos nosotros es conocido el irrisorio reconocimiento académico que se otorga a las prácticas. Si bien podríamos decir que es la materia por excelencia de cualquier titulación en la que se aúnan teoría y práctica y en la que se adquieren las competencias fundamentales de los que serán los profesionales del mañana, también es cierto que muy frecuentemente no recibe la importancia que merece por parte de estudiantes y docentes.
  • Poco reconocimiento al profesorado que tutoriza académicamente. El número de créditos reconocidos en el Plan de Organización Docente de nuestra Universidad no es el mismo en todas las titulaciones. Este varía en función de diversos factores como es por ejemplo el número de horas que el estudiante ha de estar en prácticas. ¿Es distinta la labor de un tutor en función de estas horas? ¿No ha de reunirse con sus estudiantes antes durante y tras las prácticas? ¿No ha de llevarle un seguimiento en cualquier caso? ¿No ha de corregir igualmente una memoria de prácticas? ¿No ha de coordinarse en todos los casos con la persona que tutoriza al estudiante en la entidad colaboradora? Yo diría que sí… El número máximo de créditos reconocidos por la tutorización de un estudiante en prácticas en los títulos de la Facultad de nos ocupa es de 0,4 por 240 horas y el mínimo de 0,1 por 75 horas.
  • Menor implicación de la deseada por parte de los/as tutores/as académicos/as. Una vez leído el punto inmediatamente superior es comprensible que no sea la mejor de nuestras virtudes el grado de implicación por parte de los docentes que tutorizan las prácticas curriculares externas. Pensemos en el caso de un/a docente que tutoriza a un/a estudiante de la materia “Prácticas en empresas” de cuarto curso del Grado en Actividad Física y Deporte. Esta práctica supone 75 horas del estudiante en la entidad de colaborado y 1 hora de reconocimiento para la tutorización del/a tutor académico/a. ¿Para cuánto puede dar esta hora? Una reunión previa a las prácticas de orientación al estudiante, al menos una reunión o pongamos una llamada o correo de seguimiento del proceso y, una reunión final de valoración de las prácticas. Sumemos a esto la necesidad de contactar al menos una vez con el/a tutor/a profesional y no olvidemos la lectura y corrección de la memoria. ¿Una hora? ¿Estamos seguros? ¿Qué implicación puedo pedir a mis compañeros/as ante estas condiciones laborales? Obviamente es una pregunta retórica.
  • Poco reconocimiento a las entidades y profesionales que colaboran con las prácticas. De otro lado nos encontramos con los profesionales y empresas que hacen posible que nuestros/as estudiantes puedan cursar sus prácticas. Personas que, sin recibir nada a cambio dedican parte de su tiempo diario en el trabajo a formar a futuros profesionales. En el mejor de los casos nuestro/as estudiantes colaboran con su trabajo en la entidad, centro educativo o empresa en cuestión pero ¿y en el peor? Las entidades que colaboran con este proceso formativo de los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla, a día de hoy, no reciben ninguna prestación a cambio.
  • Escasa liberación docente a la persona a cargo de la gestión (4 créditos, 40 horas por curso académico). Si unas líneas más arriba hacíamos cuentas de las horas dedicadas a la tutorización de un/a estudiante, ¿cuántas horas puede dedicar una persona a la gestión de las prácticas de más de 1800 estudiantes? ¿Cuántos correos recibe y contesta al día? ¿Cuántas llamadas telefónicas atiende? ¿Cuántas horas dedica a la atención al alumnado? ¿Y al profesorado? ¿Y a las consultas de las entidades colaboradoras? Según mis cálculos como protagonista en primera persona casi 40 horas pero a la semana. Horas que son restadas y van en detrimento de la labor docente e investigadora de quien asume esta gestión. Horas que se restan de las de sueño si no se quieren restar a la familia. Horas que suponen en sueldo un suplemento de 200 euros. Y horas que son las mismas que se le reconocen a un/a coordinador de máster que, sin desmerecer su trabajo, yo misma he de supervisar continuamente.
  • Desconocimiento de las competencias y funciones a desarrollar por el/a estudiante en prácticas. Si bien cada materia de prácticas cuenta con su programa y proyecto docente en los que se recogen las competencias a adquirir durante las mismas, la traducción de estas competencias a la práctica diaria parece no ser sencilla. Son continuos los correos, visitas y llamadas en los que se atiende a consultas relativas a qué ha de hacer el estudiante durante sus prácticas, qué puede y no puede hacer, cuáles son las funciones de cada uno de los agentes implicados, etc. En el caso de las prácticas docentes I y II y el prácticum I y II, aquellas que realizan los/as estudiantes de los Grados de Primaria e Infantil respectivamente, parece haber un mayor conocimiento, acuerdo y unanimidad en cuanto a las competencias y funciones a desarrollar por los mismos. No obstante, en el caso opuesto encontramos las prácticas Externas I y II, del plan de estudios del Grado en Pedagogía sobre las que parece haber muy poco acuerdo. En este sentido trabajos como los de Molina (2004) o Moreno (2010) apuntan a que son muy escasas las referencias de las que disponen los estudiantes de pedagogía sobre las salidas profesionales de estos estudios. Además, existe un gran solapamiento entre las labores profesionales de los pedagogos y de otros expertos, fundamentalmente psicólogos y sociólogos, en diversos ámbitos de actuación (Casares, 2000). Sin duda esto, unido a la diversidad de entidades en las que nuestros/as estudiantes del Grado en Pedagogía realizan sus prácticas, ayuda poco.
  • Excesiva burocratización de determinadas gestiones. Un ejemplo de trámites burocráticos son los asociados al Certificado Negativo de Delitos Sexuales. La mayoría de nuestros/as estudiantes hacen prácticas en Centros Educativos que, obviamente, suponen el trabajo y contacto diario con menores. Cada uno/a de los estudiantes que realicen sus prácticas en entidades en las que pueda haber menores han de presentar el Certificado Negativo de Delitos Sexuales. Esto supone que de los 1.800 estudiantes al menos 1.500 o más han de solicitar este certificado. Se trata de 1.500 usuarios que acuden a la Delegación Territorial del Gobierno en Sevilla, en un plazo concreto a solicitar este documento en cuestión. Tal es la situación de colapso que se ha llegado a generar, que tras diversas reuniones y gestiones hemos llegado al acuerdo con la mencionada Delegación de tramitar mediante un procedimiento grupal, por parte de la Facultad, los Certificados de los estudiantes. Para ello nuestros estudiantes han de entregar un documento firmado en el que autorizan a la petición por parte “mía” de este documento. Han de acompañar su autorización de una fotocopia del DNI y además completar la información de los segundos apellidos del padre y madre. Establecemos un periodo para la entrega de la documentación fuera del cual los estudiantes han de solicitar el certificado por sus propios medios. Hay que enviar a la Delegación Territorial del Gobierno un documento Excel con determinadas características cumplimentado con la información de cada 100 estudiantes. Como respuesta a este envío nos llega un documento en pdf con los 100 certificados correspondientes. Hágase una idea el lector ya no sólo de la dificultad de lo relatado hasta este momento, sino de las dificultades que puede generar que una entidad en concreto nos reclame el certificado de un/a estudiante…
  • Disposición Adicional Quinta del real Decreto Ley 18-2018. Con este punto se hace referencia a un nuevo problema incipiente. El que ha generado esta disposición que hace referencia a la Seguridad Social de las personas que desarrollan programas de formación y prácticas no laborales y académicas. En concreto esta disposición recoge que: la realización de prácticas formativas en empresas, instituciones o entidades incluidas en programas de formación, la realización de prácticas no laborales en empresas y la realización de prácticas académicas externas al amparo de la respectiva regulación legal y reglamentaria, determinará la inclusión en el sistema de la Seguridad Social de las personas que realicen las prácticas indicadas, aunque no tengan carácter remunerado. ¿Quién pagará el alta en la Seguridad Social de nuestros/as 1.800 estudiantes en prácticas por curso académico? ¿Qué puede suponer esta disposición a una Universidad pública? ¿Y a una empresa pública o privada que colabora de forma asidua con la Universidad? ¿Cómo pueden repercutir las consecuencias sobrevenidas de esta disposición adicional en la formación práctica de nuestros/as estudiantes ¿Nuevamente, preguntas retóricas.
  • Otras… Podríamos seguir enumerando y describiendo sucintamente otras dificultades asociadas a la gestión de las prácticas, pero con lo presentado hasta este momento creemos haber podido presentar una primera fotografía de la situación.
RESULTADOS

Los resultados que se presentan son el producto de la reflexión del trabajo realizado a lo largo de dos cursos académicos en la gestión de las prácticas. A lo largo de los mismos se han llevado a cabo diversas iniciativas encaminadas a la mejora de las prácticas. A continuación se presentan una serie de propuestas de mejora fruto del trabajo reflexivo dentro del equipo de gobierno de la facultad y, en especial en el seno de dos proyectos de mejora financiados por el III Plan Propio de la Universidad Sevilla. El punto común de ambos proyectos, desarrollados en el curso académico 2017/18 y 18/19 ha sido el trabajo periódico en grupos de discusión en los que han participado tanto estudiantes como tutores/as académicos/as y profesionales.

Un jemplo del desarrollo de uno de estos grupos de discusión es el que sigue: 

  1. Llevar a cabo una primera ronda de intervenciones en la que se diga el nombre, procedencia y el número de años de experiencia con las prácticas curriculares externas.
  2. Aportar experiencias vividas o conocidas que supongan el buen desarrollo de las prácticas externas curriculares. Por ejemplo:
    • o Si se es tutor/a académico: si la tutorización es individual o conjunta, cuántas sesiones, si son presenciales o no, si se cuenta con un guión de trabajo previo, qué se pide como memoria, si se sigue o no el programa de la asignatura, si hay diferencia en lo que piden a una u otra titulación, tipo de relación que se mantiene con el/a tutor profesional, cómo se asignan los estudiantes en prácticas al profesorado del departamento,…
    • o Si se es tutor/a profesional: si se accede al programa de la asignatura, tipo de relación que se mantiene con el/a tutor académico, cómo es el trabajo diario con el estudiante en prácticas, si se cuenta con un guión de tutorización, si plantea momentos de reflexión sobre la práctica con el/a estudiante,…
    • o Si se es estudiante: cómo ha sido su experiencia en general, las tutorías en la facultad, la relación con el/a tutor profesional, cómo fue la acogida en el centro o entidad en cuestión, tipo de tareas que desarrollaba, relación con otros/as compañeros/as en prácticas,…
  3. Identificar/enumerar aspectos positivos de las prácticas en general.
  4. Identificar/enumerar aspectos a mejorar de las prácticas en general.

Luego, cada grupo de trabajo presenta un breve resumen de lo hablado y discutido en el seno del mismo y se generó una discusión muy enriquecedora en torno a las diversas temáticas surgidas en ambos grupos y que se recogen a continuación.

Especial relevancia ha tenido para nosotros la visita del Vicedecano de Prácticas de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Córdoba. en concreto tuvimos un día intenso de trabajo con él organizada de la siguiente forma: 

  1. Sesión de la mañana:

Se mantuvo una reunión del Vicedecano de Prácticas de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Córdoba con la Gestora de Prácticas y la Vicedecana de Prácticas Profesionales y Emprendimiento de nuestra Facultad. La misma tuvo una duración de dos horas y media y nos sirvió para poner en común en trabajo que se lleva a cabo en ambos centros y buscar vías de colaboración.

  1. Sesión de la tarde:

El compañero de la Universidad de Córdoba compartió con el grupo de docentes de este proyecto la experiencia en torno a las prácticas curriculares externas en su facultad. En concreto nos presentó una ponencia titulada: “El practicum: una experiencia para el enriquecimiento mutuo y el trabajo colaborativo”.

        En esta sesión tuvimos la oportunidad de conocer de primera mano cómo es la organización de las prácticas curriculares externas en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Córdoba, tanto a nivel administrativo y de gestión como a nivel académico.

Algunos aspectos a destacar de la jornada de este día, respecto a posibles propuestas de mejora o cambio en nuestro proceder en las prácticas, a partir de la experiencia de otra facultad son:

  • - Distribución de las prácticas (en especial las prácticas docentes) en tres cursos en lugar de dos.
  • - Contar con grupos de docentes fijos en cada departamento con docencia en las asignaturas relativas a las prácticas curriculares externas.
  • - Asignar a cada profesor/a con docencia en prácticas un mínimo de créditos (en la UCO son 4) que asegure que se cuenta con un número determinado de estudiantes (por ejemplo 15) que permita trabajar en grupo con los mismos.
  • - Tener seminarios antes, durante y tras las prácticas. En este sentido, en la UCO no cuentan con un periodo de docencia previa y presencial como es el caso de nuestra Formación Previa.
  • - Trabajar de forma coordinada con los CEP de Sevilla y su provincia. De este modo los maestros/as de los centros que colaboran ofertando plazas de prácticas para nuestros/as estudiantes pueden tomar parte activa de los seminarios que se mencionaban en el punto anterior.
  • - Dar una formación, a los/as maestros/as de los centros que colaboran ofertando plazas de prácticas para nuestros/as estudiantes, que les aporte conocimientos y competencias generales de cara a su tutorización profesional de las prácticas. Esta formación sería reconocida por el respectivo CEP.
  • - Contar con una plataforma en la que se pueda trabajar adecuadamente en torno a las prácticas. La plataforma de enseñanza virtual de la US no nos permite proceder adecuadamente en este sentido.

Propuestas de mejora o cambio en nuestro proceder en las prácticas, a partir de la experiencia vivida a lo largo de estos dos cursos:

  • - Hay que seguir trabajando por dar la importancia y relevancia que merecen a las prácticas curriculares, en especial las prácticas docentes.
  • - Se hace necesaria la elaboración y difusión de una guía de prácticas que sirva de orientación a la triada tutor/a académico, profesional y estudiante (funciones, derechos y obligaciones de cada parte, desarrollo normativo de las prácticas, preguntas frecuentes,…).
  • - Elaboración y difusión de una lista de preguntas frecuentes relativas a las prácticas.
  • - Asignar a cada profesor/a con docencia en prácticas un mínimo y máximo de créditos que asegure que se cuenta con un número determinado de estudiantes (por ejemplo 15) que permita trabajar en grupo con los mismos.
  • - Contar con grupos de docentes fijos en cada departamento con docencia en las asignaturas relativas a las prácticas curriculares externas.
  • - Trabajar de forma coordinada con el CEP de Sevilla y los de su provincia. De este modo los maestros/as de los centros que colaboran ofertando plazas de prácticas para nuestros/as estudiantes pueden tomar parte activa de los seminarios que se mencionaban en el punto anterior.
  • - Dar una formación, a los/as maestros/as de los centros que colaboran ofertando plazas de prácticas para nuestros/as estudiantes, que les aporte conocimientos y competencias generales de cara a su tutorización profesional de las prácticas. Esta formación sería reconocida por el respectivo CEP (Centro de Profesorado).
  • - Ofertar una formación similar para el resto de profesionales pertenecientes a otras entidades colaboradoras que no son centros educativos.
  • - Contar con una plataforma en la que se pueda trabajar adecuadamente en torno a las prácticas. En especial que permita el acceso a la misma de la triada de prácticas (T. académico/a, T. profesional y estudiante). La plataforma de enseñanza virtual de la Universidad de Sevilla no nos permite proceder adecuadamente en este sentido.
  • - Fomentar el uso de espacios comunes de reflexión para estudiantes y profesorado. De manera específica se han identificado dos actuaciones concretas dirigidas a la creación de “espacios narrativos”: un blog y la creación de una base de situaciones reales vividas por el alumnado. La finalidad en ambos casos es la creación de un entorno-espacio en el que se propicie la reflexión guiada sobre experiencias concretas del alumnado.
  • - La tutorización en grupos se ha identificado como más efectiva que la individual.
  • - Se ha identificado el trabajo en equipos docentes en una misma línea y con un plan de trabajo común, como una buena prácticas.
CONCLUSIONES

La valoración que hacemos de la experiencia vivida al frente de esta gestión, a lo largo de dos cursos académicos, es muy positiva a la par que agotadora. Aunque podría decirse que nos encontramos al inicio de un largo camino por recorrer, podemos afirmar que nos encontramos en la vía adecuada.

A continuación se plantean una serie de cuestiones para el debate y reflexión que creemos pueden sernos de utilidad de cara a la mejora de la calidad de las prácticas de nuestros estudiantes.

  1. ¿Cómo dar relevancia a las prácticas curriculares externas dentro de nuestra Facultad y los títulos de grado y máster que en esta se imparten?
  2. ¿Cómo fomentar la implicación y el seguimiento activo de las prácticas por parte de los/as tutores/as académicos/as?
  3. ¿Cuál es el reconocimiento medio en créditos de las materias de prácticas en las diversas Universidades? ¿Por qué no es similar en todas?
  4. ¿Cómo pueden fomentarse y crearse redes de apoyo y colaboración entre las distintas entidades que ofertan plazas de prácticas y las Facultades para las que se ofertan?
  5. ¿Qué tipo de prestaciones reciben los/as tutores/as profesionales en las distintas Universidades? ¿Por qué no son similares en todas?
  6. ¿Qué medidas se siguen en las diversas Universidades de cara a la obtención del Certificado Negativo de Delitos Sexuales?
  7. ¿Qué tipo de software hay y se utiliza en otras Universidades de cara a la gestión de las prácticas curriculares?
  8. En el caso concreto de los títulos relacionados con la formación de futuros profesionales de la educación, ¿cómo es la relación entre la Consejería/Delegación de Educación y la Facultad de Ciencias de la Educación?
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Cannon, P. (2002). A Handbook for teachers in universities and colleges: A guide to improving teaching methods. Londres: Kogan Page.

Cuesta, D., Sáenz, O., Fernández, S. (2002). Nivel de satisfacción de los cargos directivos de la Universidad de Granada en el desempeño de sus funciones. Innovación Educativa, 12, 133-143.

De Vries, W., Ibarra, E. (2004). La Gestión de la Universidad. Revista Mexicana de la Investigación Educativa, 9 (22), 575-584.

Hativa, N. (2001). Teaching for effective learning in Higher Education. Amsterdam: Kluwer.

Mayor, C. (ed.) (2001). Enseñanza y aprendizaje en la educación superior. Madrid: Síntesis.

Michavilla, F. y Martínez, J. (eds.) (2002). El carácter transversal en la educación universitaria. Madrid: Cátedra Unesco de la Universidad Politécnica de Madrid.

Palacio, C. (2004). Antinomias, dilemas y falsas premisas que condicionan la gestión universitaria. Investigación, 9(22), 617-635.

Paricio, J. (2012). Diez principios para un sistema de gestión de la calidad concebido específicamente para la coordinación y la mejora interna de las titulaciones universitarias. REDU. Revista de Docencia Universitaria, [S.l.], v. 10, n. 3, p. 49-69, dic. 2012. ISSN 1887-4592. Disponible en: <https://polipapers.upv.es/index.php/REDU/article/view/6014>. Fecha de acceso: 03 jun. 2019 doi:https://doi.org/10.4995/redu.2012.6014.