Trabajo Nº: | RES0115 |
Tipo: | Oral |
Tema: | Compromisos en la tutoría del Prácticum y de las prácticas externas |
Autores: |
Míriam Rodriguez Monforte FACULTAT DE CIÈNCIES DE LA SALUT BLANQUERNA. UNIVERSITAT RAMON LLULL (DEPARTAMENTO DE ENFERMERIA) miriamrm@blanquerna.url.edu Rosa Rifà Ros FACULTAT DE CIÈNCIES DE LA SALUT BLANQUERNA. UNIVERSITAT RAMON LLULL (DEPARTAMENTO DE ENFERMERIA) rosarr@blanquerna.url.edu |
Keywords: | PRACTICUM, SIMULACIÓN CLÍNICA, TUTORIZACIÓN, EVALUACIÓN |
Las prácticas académicas externas constituyen un pilar fundamental en los diferentes grados de ciencias de la salud, no sólo por permitir la adquisición de competencias profesionales sino por ser un espacio de aprendizaje único en el que activar la motivación, así como gestionar las emociones y las inseguridades en un entorno real y realizar un acercamiento al mundo cultural de una profesión.
Con el establecimiento de la Declaración de Bolonia, en el año 1999, se sentaron las bases para la construcción de el "Espacio Europeo en Educación Superior"; un espacio compartido y organizado de acuerdo a unos principios basados en la calidad de la enseñanza, la movilidad tanto del profesorado como del alumnado, el respeto a la diversidad cultural en las aulas y la competitividad de los mercados. Los principales cambios que fueron propuestos se centraron en tres pilares básicos: la modificación de las metodologías docentes, la revisión y adaptación de los contenidos de las titulaciones y la definición clara del perfil de los nuevos titulados (1). El Espacio Europeo en Educación Superior significó un cambio de paradigma educativo, una nueva reconceptualización que produjo un giro en el enfoque educativo, tradicionalmente orientado a los docentes, hacia un enfoque más participativo y responsable de los estudiantes universitarios. Esta forma de entender la enseñanza condiciona, de una manera directa, tanto la formación teórica como la formación práctica impartida en las distintas titulaciones, sobre todo, y de manera muy especial, en aquellas titulaciones vinculadas al área de ciencias experimentales en la que las instituciones sanitarias juegan un papel primordial (2).
Cabe destacar la importancia que en toda la literatura se otorga a la calidad del aprendizaje y seguimiento del practicum, con dos componentes clave: el empoderamiento y feedback constante hacia el estudiante y el apoyo hacia el tutor clínico por parte de la Universidad. Existen multitud de modelos de seguimiento durante el practicum, tanto a nivel nacional como internacional. El éxito del modelo escogido depende, en gran parte, de la implicación de las personas que lo conforman, algo intrínsecamente ligado al tipo de liderazgo y gestión que se realiza desde la academia. El estudiante, durante sus prácticas clínicas, convive y aprende con y del tutor clínico, estableciéndose, así, una relación de mentoraje que debería ayudar a construir y alcanzar, mediante un aprendizaje cognitivo y reflexivo, las competencias profesionales descritas en las memorias del grado. Dentro de las funciones que se le asignan, el tutor clínico debe estar preparado para afrontar y reconducir todo tipo de situaciones que se les planteen a los estudiantes que mentorizan, desde las más convencionales y rutinarias, hasta las que emergen de forma inadvertida e imprevisible, que invitan a la reflexión del proceso. El tutor no solo tiene funciones evaluadoras, también debe orientar la acción de los alumnos mediante el establecimiento de un clima educativo donde la comunicación fluya sin problemas. En este sentido, se hace necesario la creación de un compromiso firme por parte de las distintas instituciones que entran en escena, como son las sanitarias y las académicas, potenciando sus fortalezas, la capacidad de las mismas, y profundizar en la relación de pertenencia e identificación entre docentes y profesionales asistenciales, con la finalidad de garantizar unas altas cotas de calidad en la enseñanza de los alumnos para la obtención del título de Grado en Enfermería y del resto de disciplinas sanitarias (2).
La responsabilidad del tutor clínico, por consiguiente, es muy elevada, cuestión que obliga a reconsiderar el valor que se le da a su figura y elaborar estrategias que le permitan desarrollar su rol de forma óptima en el proceso de seguimiento y evaluación del prácticum. La Universidad, a través del el rol de los tutores académicos, debe actuar como agente facilitador y de apoyo de esta relación pedagógica. Además, distintos autores abogan por la necesidad de formación del tutor clínico para el desarrollo de su capacidad de mentoría mediante la adquisición de herramientas pedagógicas que faciliten y garanticen un proceso óptimo de tutorización y evaluación de los estudiantes en prácticas, considerando una formación que debería ser participativa, fundamentada en el análisis de casos y la reflexión guiada e incluyendo los principios del aprendizaje del adulto (3).
En relación a las estrategias pedagógicas, la simulación clínica, en el ámbito de ciencias de la salud, ha surgido como una herramienta docente donde los estudiantes pueden entrar en contacto con una aproximación real al ámbito asistencial de forma segura y controlada, acompañados por un profesor o facilitador. La simulación se define como una técnica que usa una situación o ambiente creado para permitir que las personas experimenten la representación de un evento real con el propósito de practicar, aprender, evaluar, probar u obtener la comprensión del actuar de un grupo de personas (4). En simulación clínica interaccionan los conocimientos, las habilidades y los factores humanos con el fin de proporcionar un método de aprendizaje y entrenamiento efectivo con el objetivo de que el alumnado desarrolle un conjunto de destrezas que posibiliten alcanzar modos de actuación superiores, ofreciendo la oportunidad de realizar una práctica análoga a la que desarrollará en la realidad asistencial (5). El término simulación médica o simulación clínica se refiere a una variedad de modalidades que incluyen entrenadores de tareas, realidad virtual, pacientes estandarizados, pacientes virtuales y simuladores de alta fidelidad.
Los pacientes estandarizados son individuos entrenados para realizar o simular la situación clínica como estrategia educativa para desarrollar en el alumno habilidades directivas y de colaboración interprofesional (6). El profesorado que imparte simulación clínica debe considerarse como facilitador y gestor del proceso de aprendizaje. Está obligado a gestionar la complejidad de todos los aspectos de la simulación, siendo la clave para el aprendizaje, ya que guía y apoya a los participantes para entender y alcanzar los objetivos, identificando las acciones positivas, las acciones que podrían haber cambiado para promover mejores resultados en los pacientes, y cómo cambiarlas si no se alcanzan los resultados esperados (7). Para lograr todo lo expuesto, existen tres cualidades o actitudes que tienen que existir entre el profesor facilitador y el estudiante para que se dé la oportunidad de aprendizaje: la autenticidad, la valoración de la aceptación, la confianza del estudiante y la comunicación de la comprensión empática (8).
La simulación clínica permite observar un aprendizaje concebido en tres fases sucesivas. En la primera, se produce la interacción primaria con el objeto de estudio a fin de conocerlo en forma concreta y vivencial. En la segunda, mediante la observación reflexiva, se favorece la extracción de ideas y la reflexión sobre lo que se ha realizado para poder generar aprendizaje. En la tercera, se favorece la conceptualización abstracta y la experimentación activa, es decir, contrastar lo observado con la información y explicaciones del profesor (9). La teoría del aprendizaje es la que más se conecta con la simulación clínica. Tal como expone Kolb(10) el aprendizaje comienza con una experiència en la que la persona experimenta un acontecimiento. Tras esta experiencia se reflexiona sobre lo acontecido (las etapas del proceso, los errores cometidos o plantearse si sería posible haber actuado de otra manera). Esta reflexión desemboca en una generalización (se intenta llegar a alguna conclusión o explicación a la situación previamente vivida o reflexionada). Tras esta generalización sigue la aplicación: se establece mentalmente la secuencia de acciones a raíz de la compresión de la actividad. Finalmente, todo lo aprendido en estas fases se pone en práctica y se transfiere a otros contextos, potenciándolo para generar un aprendizaje duradero y útil en el futuro. Como se deduce de este modelo de Kolb, la acción por sí misma no es suficiente para que el alumno genere una experiencia de aprendizaje adecuada, requiere de la reflexión. Además, como señala Zabalza (11), reflexionar no es simplemente contar la propia experiencia sinó que, para que se produzca el aprendizaje significativo, el estudiante debe ser capaz de llegar más allá de la experiencia vivida, saber decodificarla, valorarla e integrarla en los propios esquemas cognitivos. Precisamente, este aprendizaje significativo adquirido durante la simulación clínica toma valor en el debriefing cuando, una vez finalizado el escenario simulado, se logra crear un espacio de reflexión guiado por el docente, con la intención de favorecer el aprendizaje reflexivo, experiencial y significativo. Todo ello enfatiza la importancia que tiene experimentar ciertas situaciones para poder aprenderlas (10).Como se ha visto, la responsabilidad del tutor clínico obliga a garantizar el despliegue de estrategias que le permitan desarrollar su rol de forma óptima y, dado que los estudios muestran que la simulación clínica favorece la adquisición del máximo nivel competencial, puesto que favorece el pensamiento crítico y la reflexión sobre la realidad asistencial escenificadas en los escenarios simulados, se considera que la simulación clínica puede ser una buena estrategia para empoderar a los tutores clínicos en el ejercicio de su mentoraje.
Este trabajo se propone presentar el curso “Herramientas de apoyo pedagógico para la tutorización y evaluación del estudiante en prácticas” dirigido a tutores clínicos como estrategia para asentar las bases del proceso formativo, unificar criterios en relación a los aprendizajes y la evaluación propias del prácticum y empoderarlos en su rol como mentores. El presenta curso forma parte de los objetivos del nuevo modelo de prácticas que, desde el curso 2017-18, se implementó en la Facultad de Ciencias de la Salut Blanquerna que integra diferentes ejes estructurales con el objetivo de alcanzar la excelencia en su desarrollo. El modelo se fundamenta en en 4 ejes: el acompañamiento al estudiante y tutor clínico, el desarrollo de competencias por parte del estudiante, la comunicación efectiva, y la trazabilidad y transparencia durante todo el proceso de prácticas.,
El curso “Herramientas de apoyo pedagógico para la tutorización y evaluación del estudiante en prácticas” tiene atribuida una duración de 15 horas y está distribuido en dos bloques teóricos que contemplan 10 horas de clases expositivas y participativas. Cada una de estas finaliza con el análisis de situaciones que ejemplarizan los contenidos abordados en la sesión. La tercera sesión la conforman5 horas de simulación clínica de zona 2 (o de alta fidelidad) con pacientes o estudiantes estandarizados que permiten la integración del contenido trabajado de forma teórica.
Los contenidos que se abordan en las sesiones expositivas incluyen:
El bloque de simulación clínica pretende la integración del contenido trabajado de forma teórica a través de la simulación de zona 2 e integra cinco fases bien diferenciadas:
Los casos que se desarrollan en la simulación surgen de las situaciones e incidentes críticos de mayor relevancia en el prácticum y que, a su vez, han sido abordados a lo largo de las sesiones teóricas del curso.
Concretamente se abordan 3 casos que incluyen situaciones que tienen relación con aspectos muy relevantes para la tutorización y el aprendizaje del estudiante y que, a menudo, se descuidan en las prácticas por falta de conocimientos respecto a su impacto en el aprendizaje del estudiante.
El cuestionario on-line para la evaluación de la satisfacción y la percepción de adquisición de conocimientos y habilidades y el desarrollo de estrategias que se ha elaborado, consta de 10 ítems con cinco posibilidades de respuestas, puntuadas de 1 (muy en desacuerdo) a 5 (muy de acuerdo), y un último ítem para observaciones. Los cinco primeros valoran la adecuación y satisfacción con el procedimiento concreto en la simulación en la que se ha participado y los cinco restantes valoran la significación del aprendizaje experimentado.
RECURSOS
El curso se realiza en los distintos centros de prácticas y la sesión de simulación se desarrolla en las aulas de simulación de la Facultad de Ciencias de la Salut Blanquerna. En la sesión de simulación participan 1-2 pacientes o estudiantes estandarizados (en función de la situación/incidente crítico que se está desarrollando), 1 tutor clínico del curso que quiera participar, 2 profesores facilitadores y 1 técnico de simulación que facilitará la visualización de los detalles de la simulación de los participantes observadores y la grabación de la simulación para posteriores análisis.
Desde el curso académico 2016-2017 a la actualidad, se han realizado 5 ediciones del curso “Herramientas de apoyo pedagógico para la tutorización y evaluación del estudiante en prácticas” con un total de 40 participantes. El perfil de los participantes ha sido diverso, ejerciendo, todos ellos, de tutores clínicos en sus distintos ámbitos de trabajo. Principalmente, han asistido profesionales de enfermería y, en menor proporción, profesionales de fisioterapia, nutrición humana y dietética y farmacia (titulaciones impartidas en la Facultad de Ciencias de la Salut Blanquerna).
Al final de cada edición los participantes han contestado una encuesta de satisfacción general que la Facultat de Ciencias de la Salut Blanquerna realiza al final de todos los cursos de formación postgraduada. La encuesta pregunta acerca de la planificación (información facilitada al inicio del curso, tareas programadas, coordinación entre los distintos profesores y la adecuación de las propuestas docentes respecto a los objetivos de aprendizaje del curso), el desarrollo del curso (desarrollo de las actividades docentes, atención recibida por parte del profesorado, recursos utilizados a lo largo del curso, la adecuación de las actividades y los criterios de evaluación) los resultados (resultados obtenidos en relación a los conocimientos previos y la aplicabilidad de los resultados en la práctica profesional) y los aspectos de innovación y actualización (sobre las metodologías docentes y los contenidos del curso) que les ofrece. Consta de 12 ítems frente a los que los participantes deben responder su grado de satisfacción (siendo A: muy satisfecho, B: satisfecho, C: insatisfecho y D: muy insatisfecho).
En la dimensión planificación, el 66,6% de los participantes en las distintas ediciones, han considerado estar muy satisfechos y el 33,3% restante se consideran satisfechos. En las dimensiones desarrollo, resultados e innovación y actualización, el 100% de los participantes se sienten muy satisfechos al finalizar el curso. A continuación, se muestra algunos ejemplos de la transcripción literal de los comentarios que complementan los resultados cuantitativos obtenidos:
“Ha cumplido mis expectativas. Me servirá en el día a día como tutora de prácticas. Recomendable para el resto de compañeros”
“Curso muy interesante y aplicable a muchos ámbitos dentro de la práctica asistencial y docente”
“Curso práctico y aplicable para la tutorización de estudiantes. Me será de gran utilidad”
“Interesante, interactivo. Aplicabilidad. Docentes excelentes. Buena estructura del curso.”
Por otra parte, al finalizar el debriefing de la simulación los participantes realizaron una valoración concreta de los aspectos que les había aportado esta metodología docente, así como de los diferentes contenidos de aprendizaje del curso, respondiendo a la pregunta: ¿Si tuvieras que elegir algo muy destacado para ti del curso o la simulación, con qué aspecto te quedarías?
A continuación, transcribimos algunos de los comentarios que se obtuvieron:
“La comunicación con el estudiante es básica, ha sido una buena oportunidad para poder evidenciarlo”
“La reflexión guiada de la práctica es fundamental para el aprendizaje significativo”
“Los distintos momentos de evaluación son tan importantes como que sin ellos el estudiante va muy perdido”
“El dar feedback al estudiante es algo esencial para que pueda visualizar su desarrollo en la práctica”
“He podido tomar conciencia de lo que supone tener un estudiante en las prácticas y la responsabilidad que hay implícita”
“Es necesario poder marcar objetivos de aprendizaje o conocerlos desde el principio, así como las competencias a desarrollar, ya que son los/las que guían todo el proceso”
Después de estas primeras 5 ediciones nos planteamos realizar una valoración más ajustada y relacionada con la simulación clínica y su impacto en las tutoras clínicas. Consecuentemente, hemos diseñado un cuestionario, adaptado de otros cuestionarios que existen de simulación clínica (14). Este contiene 10 preguntas relacionadas con el desarrollo de los escenarios de la simulación, del debriefing y su posible impacto en la tutorización clínica frente a la que los participantes deben responder su grado de satisfacción (siendo A: muy satisfecho, B: satisfecho, C: insatisfecho y D: muy insatisfecho).
A continuación, se detallan las 10 preguntas preliminares que consideramos deben formar parte del cuestionario:
La encuesta está prevista que sea complementada con un apartado de observaciones en el que los participantes pueden complementar su evaluación cuantitativa con aspectos cualitativos que quieran destacar.
Esta encuesta será implementada en las futuras ediciones para valorar su adecuación, realizar las mejoras pertinentes y considerar su posterior validación para poder ser utilizada como instrumento de evaluación de la simulación clínica para tutores clínicos del prácticum.
La formación de les tutores clínicos es fundamental para el desarrollo de sus competencias pedagógicas y de su rol como mentores durante el practicum de los estudiantes de ciencias de la salud. La apuesta por su aprendizaje y la toma de conciencia de su labor, dada la responsabilidad que su rol y figura atañe, se considera que debería ser una cuestión nuclear para las universidades y órganos asistenciales. Teniendo en cuenta el peso específico que representa el aprendizaje experiencial para alcanzar un aprendizaje significativo, y a la vista de los resultados de las cinco ediciones del curso realizadas, consideramos que las simulaciones de zona 2 ( o alta fidelidad) conforman un recurso pedagógico básico y eficaz para la formación de los tutores clínicos, siendo un campo de investigación y desarrollo trascendente en el espacio del practicum. Consecuentemente, desde el equipo de prácticas de la Facultat de Ciències de la Salut Blanquerna se ha apostado por continuar avanzando y consolidando, tanto en el nuevo modelo de prácticas, como en las acciones asociadas a la mejora de la calidad del seguimiento de los estudiantes en prácticas, considerando unos de los pilares fundamentales la formación y el apoyo a los tutores clínicos en su labor como mentores de los estudiantes de ciencias de la salud. Cabe esperar que se puedan coordinar estrategias que integren los esfuerzos por parte de la universidad y los centros asistenciales para reconocer el papel del tutor clínico, por el impacto que su tarea docente acarrea, tanto a nivel académico como a nivel disciplinar.