| Trabajo Nº: | RES0058 |
| Tipo: | Oral |
| Tema: | Datos existentes sobre la eficacia formativa del Prácticum y las prácticas externas |
| Autores: |
Mª Virgínia Matulic-Domandzic Universidad de Barcelona (Trabajo Social ) mmatulic@ub.edu Ariadna Munté Pascual Universidad de Barcelona (Trabajo Social ) amunte@ub.edu Irene De Vicente Zueras Universidad de Barcelona (Trabajo Social ) ide_vicente@ub.edu Mª Àngels Renom Sotorra Universidad de Barcelona (Trabajo Social) mrem@ub.edu |
| Keywords: | Instrumentos de calidad en las prácticas del Grado de Trabajo Social de la universidad de Barcelona |
Los estudios de trabajo social de la Universidad de Barcelona (UB) tienen una larga trayectoria en las prácticas externas. La vinculación establecida con los centros de prácticas y los tutores y tutoras responsables de la formación de los y las estudiantes, se centra en el acompañamiento relacional y académico necesario que asegure la calidad de la formación ofrecida y el desarrollo de buenas prácticas.
La comunicación que se presenta se centra en la articulación y creación de instrumentos de calidad para los y las tutores/as de centros externos a la UB. Dichos instrumentos son de diferente tipología (aportes pedagógicos, teóricos y prácticos) y representan una mejora sustancial y un reconocimiento a la función tutorial de los profesionales de trabajo social.
Se parte de una investigación realizada en la Facultad de Educación sobre la mejora de la calidad docente (MQD) de las prácticas y de una revisión documental de las actividades dirigidas a las tutoras y tutores externos que vienen realizándose cada curso desde la Comisión de Prácticas y desde los equipos docentes de las asignaturas de Prácticas I, Supervisión I, Prácticas II y Supervisión II.
Palabras clave: instrumentos de calidad, prácticas externas, trabajo social, formación docente, tutoras y tutores de prácticas.
El modelo de prácticas externas del Grado en trabajo social parte de la configuración del Plan de estudios aprobado por la Universidad de Barcelona y por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) en el año 2009. La importante trayectoria de nuestros estudios en esta área formativa ha permitido una adaptación adecuada a las nuevas directrices europeas sin perder la esencia que le ha caracterizado.
En este nuevo escenario las prácticas se diversifican creando un modelo en dónde se despliegan dos momentos diferenciados, las Prácticas I que se realizan en el tercer curso del Grado y están orientadas a la observación y las Prácticas II que se realizan en el cuarto y último curso de la carrera orientadas a la intervención. Esta propuesta formativa ha supuesto un reto importante para los estudios de trabajo social implementado a lo largo de estos años diversas actividades e instrumentos de mejora para asegurar su calidad. Entre las actividades más importantes dirigidas a los y las tutoras de prácticas destacan, las jornadas periódicas, la formación y la articulación de diversos instrumentos orientados a la mejora de la calidad docente de los referentes externos de las prácticas.
Las Prácticas I y Prácticas II se realizan paralelamente con las asignaturas de Supervisión I y II. En dichos procesos de aprendizaje intervienen tres actores: el tutor/a del centro, el/la estudiante y el/la supervisora. Los tutores y tutoras son profesionales de trabajo social que acompañan y forman a los estudiantes durante su estancia en el centro de prácticas. Los estudiantes constituyen la pieza clave del proceso formativo en los espacios de las prácticas y la supervisión. Y los supervisores y supervisoras son miembros del equipo docente que vinculan el espacio universitario con el espacio profesional. Esta relación triádica que caracteriza el modelo del Grado en Trabajo social de la UB se ha destacado como muy relevante en una investigación realizada a nivel europeo en la que han intervenido siete universidades (Fernández i Prat, 2010). Los resultados remarcan la importancia de reforzar la relación entre los referentes profesionales y académicos, garantizando de esta forma un acompañamiento educativo adecuado a los requerimientos formativos de la profesión.
El modelo de prácticas externas del Grado de Trabajo social se imparte en los dos últimos cursos de la carrera y su distribución es la siguiente:
Practicum I (12 créditos ECTS): Se imparte en el Segundo semestre (febrero-junio) del 3er. Curso
Total de horas de prácticas: 10 horas a la semana
Número de horas a la semana Supervisión: 4 horas.
Practicum II (20 créditos ECTS): Se imparte en el Primer semestre (septiembre-enero) del 4to curso.
Total de horas de prácticas: 20 horas a la semana.
Número de horas a la semana Supervisión: 4 horas.
Las asignaturas de Supervisión I y II se realizan paralelamente con las prácticas en un espacio grupal que cuenta con 15 estudiantes y un profesor/a-supervisor/a que acompaña dichos procesos formativos. Estos espacios grupales se fundamentan en la acción-reflexión en donde se incrementan conocimientos y habilidades a través de la propia acción posibilitando de esta forma la construcción del conocimiento profesional (Vázquez, 1995; Zabalza, 2011). En la actualidad se cuenta con un total de 14 grupos1de Supervisión en los dos períodos de las prácticas y la figura de un coordinador/a que acompaña a los tutores/as docentes en dichos procesos formativos.
La formación práctica de los y las estudiantes es una responsabilidad compartida entre la universidad y el mundo profesional. Todos los centros colaboradores de las prácticas tienen convenio con la Universidad. Los lugares y ámbitos seleccionados se eligen dentro de la red de recursos públicos y privados del territorio, de acuerdo con la diversidad de ámbitos donde los profesionales de cada disciplina desarrollan su tarea.
El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) confiere a las instituciones colaboradoras con la Universidad el rango de “partenariado”, lo que presupone un mayor compromiso interinstitucional y la necesidad de buscar y aportar nuevas estrategias que garanticen al mismo tiempo la gestión la calidad de las prácticas (Renom, Vicente y Canals, 2014; Zabalza 2011). La investigación realizada desde el Practicum sobre la mejora de la calidad docente (MQD) establece la articulación de nuevas propuestas que incrementen y validen la excelencia de los centros y tutores de prácticas, promoviendo sinergias colaborativas entre el espacio académico y el profesional (Renom, De Vicente, Canals, 2014).
La compleja coordinación de dos momentos de prácticas requiere de un equipo responsable de su gestión, así como de una Comisión de prácticas que de forma conjunta realice el seguimiento y valoración de los procesos. El equipo responsable de la coordinación de las prácticas está formado por cuatro profesores pertenecientes al Departamento de Trabajo Social que realizan las siguientes funciones: realizar la gestión y organización de los dos períodos de prácticas, atender a los y las estudiantes, establecer la relación con las instituciones colaboradoras externas y mejorar la comunicación en red; incrementar la apertura de convenios que amplíen la oferta formativa acorde con la aparición de nuevos sectores emergentes en el contexto social, responsabilizarse de la calidad formativa de los tutores y tutoras y coordinarse con los responsables de los equipos docentes de Supervisión (Guia de Pràctiques externes curriculars 2015-2016).
Los nuevos escenarios requieren de una constante actualización para ofrecer unas prácticas de calidad. En este sentido, desde la coordinación del Practicum se articula una amplia oferta formativa que contemple la diversidad de abordajes y modelos en donde interviene el trabajo social.
La gestión de los dos momentos de prácticas implica una importante dedicación y soporte administrativo, coordinación institucional, seguimiento del proceso y evaluación en cada período. Según datos obtenidos del curso 2017-2018 el total de estudiantes implicados en las prácticas de 3º y 4º curso es de 400 (no constan los estudiantes que realizan sus prácticas en los Programas de movilidad (Erasmus, Sicue..), se cuenta con 250 centros formadores (hay centros que ofrecen más de una plaza), unos 400 tutores/as de centro y 27 profesores vinculados a los espacios de supervisión de la UB
La Comisión de prácticas se constituye con los miembros docentes del Grado en Trabajo Social (coordinadores de las Prácticas I y II y Supervisión I y II), los miembros del equipo de coordinación de las Prácticas del Grado en Trabajo Social, el responsable de los estudios y la Directora del Departamento. También se cuenta en la Comisión de prácticas con representantes de los y las tutores de centros y de los estudiantes. A través de este equipo se genera conocimiento compartido y se articulan mejoras continuadas para el buen desarrollo de las prácticas.
Durante estos últimos años se han ido implementado diversas actividades e instrumentos que han tenido como finalidad la mejora de la calidad de las prácticas. Sin embargo, los importantes cambios acaecidos en los espacios profesionales y académicos requieren de nuevas propuestas que garanticen la continuidad de calidad formativa, manteniendo el compromiso conjunto que han caracterizado las prácticas del grado de Trabajo social.
El procedimiento metodológico aplicado en este estudio se basa en un análisis
documental de las actividades realizadas desde el Practicum y de los resultados del
mencionado MQD. Las fuentes documentales utilizadas son:
La implementación de los estudios de Grado ha requerido a lo largo de estos años de
una revisión y actualización de los instrumentos utilizados para garantizar la calidad de
las prácticas profesionales. De ahí que consideremos esencial explicitar y reflexionar
sobre los siguientes objetivos claves:
-Identificar las dimensiones y criterios de calidad que permiten evaluar la tarea o
función de los/as tutores de prácticas.
– Detectar los puntos fuertes y débiles de la formación dirigida a los/as tutores/as.
– Ofrecer elementos de mejora a la tutorización de las prácticas externas.
– Velar por la adecuación de los centros de prácticas a las necesidades educativas del
alumnado.
– Asegurar el reconocimiento de los centros y tutores/as que cumplan con los criterios
de calidad establecidos.
Las actividades orientadas a la mejora de la calidad de las prácticas se han ido
incrementando, incorporando en este proceso a otras áreas y servicios de la
Universidad (como el Servicio de Atención al estudiante SAE, el Departamento de
Didáctica de la Facultad de Educación, el servicio de Biblioteca CRAI, el Aprendizaje
Servicio APS, el uso de las TIC y los Programas de movilidad), así como a referentes y
experiencias destacadas del espacio profesional (tutoras y responsables de
organizaciones, experiencias de buenas prácticas en ámbitos específicos, colegios
profesionales, comités de ética entre otros).
Los resultados de la revisión documental nos aporta una información destacada de las actividades realizadas desde la implementación del Grado en Trabajo Social para mejorar la función de los tutores y tutoras, así como de los supervisores y supervisoras implicados en la formación profesional de los y las estudiantes.
4.1. Instrumentos dirigidos a los tutores y tutoras de los centros externos de prácticas
4.1.2. Las jornadas y la formación
Desde los inicios del Grado de Trabajo Social entendemos las jornadas como un espacio de debate, reflexión e intercambio conjunto cuyo contenido contribuye a la mejora de la calidad del Prácticum. Dichas jornadas tienen la finalidad de generar conocimiento, intercambiar experiencias y evaluar conjuntamente la actualización y aplicación del nuevo modelo de prácticas.
El Practicum es el responsable de la organización de esta actividad, haciendo partícipe e implicando a los referentes formativos externos en el desarrollo de las mismas. Los tutores y tutoras son el nexo fundamental y referentes directos en la formación práctica del estudiante y de acceso al mundo laboral. La participación activa del tutor en ambos espacios implica un elemento de calidad porque a través de la misma se articulan conocimientos conjuntos y se generan sinergias compartidas.
Desde la implementación del Grado se han realizado jornadas que han tenido una asistencia continuada y una implicación creciente de los responsables de la formación profesional de nuestros estudiantes. A través de las mismas se ha realizado una oferta formativa en función de las necesidades sociales, académicas y profesionales.
La organización de las actividades desarrolladas en estas jornadas se han dirigido en una doble dirección, las orientadas a la formación y mejora de la función docente de los tutores y tutoras y las dirigidas a fomentar su participación en los órganos y espacios vinculados al Prácticum.
El desarrollo de las actividades formativas y de mejora de la función de los docentes externos se ha organizado en diversos formatos: debates, espacios comunes de reflexión, grupos de trabajo, talleres. A continuación detallamos las jornadas de tutoras y tutoras de centros externos realizadas desde el Practicum (2010-2019):
La valoración de las jornadas realizadas durante estos cursos han sido positivas y en cada una de ellas se han planteado nuevas propuestas y reflexiones compartidas que han supuesto un reto para los miembros responsables del Practicum. A través de la Comisión de prácticas se valoran las nuevas temáticas y se establecen los canales necesarios para hacerlas efectivas.
La línea de formación que se realiza en la actualidad está orientada en la investigación aplicada y en los instrumentes de soporte para su ejecución. El interés manifiesto de los tutores desde los espacios de trabajo conjunto ha propiciado la realización de dos talleres prácticos para estimular a los profesionales hacia la investigación. Los talleres han contado con una alta participación de profesionales tutores (130 participantes). Esta importante respuesta se ajusta a los requerimientos profesionales, reforzando de esta forma las redes colaborativas entre ambos espacios.
Las actividades orientadas a fomentar la participación de los tutores y tutoras en los órganos y espacios vinculados al Practicum se han incrementado durante estos últimos años. La formación de una Comisión de prácticas ha requerido la incorporación de un tutor/a referente del espacio profesional que participe en las reuniones, ayudando de esta forma a contrastar conocimientos y a reforzar las relaciones entre ambos espacios.
4.2. Los instrumentos de calidad utilizados
4.2.1. Infografía de la Investigación aplicada
Desde el Practicum se han ido articulado diversos instrumentos de calidad. En la formación orientada a la investigación aplicada se ha contado con alianzas en el espacio universitario que han establecido nuevas sinergias colaborativas. El centro documental CRAI biblioteca del Campus Universitario Mundet se ha implicado en la colaboración y formación de tutores y tutoras de prácticas creando una Infografía de la Investigación aplicada. Este instrumento facilita la identificación y disposición de la base de datos (Social Services Abstracts, ERIC, Web of Science, Scopus) en temas vinculados a la investigación aplicada en contextos del trabajo social (http://hdl.handle.net/2445/122423 ). A través de estas bases de datos los docentes externos pueden acceder a una información detallada de artículos científicos publicados en diversas universidades catalanes y españolas, así como el acceso a la de red de investigadores en temáticas vinculadas al trabajo social y especializaciones en otras áreas dónde intervienen profesionales de nuestra disciplina.
4.2.2. El Sharepoint
Otro instrumento de calidad diseñado desde los recursos disponibles en el Practicum ha sido el Sharepoint. Esta plataforma digital interactúa con los miembros que desean formar parte de la comunidad del Prácticum en nuestro caso de los tutores del Prácticum. Posibilita compartir recursos, proyectos, actividades, investigaciones de interés que pueden ser divulgados entre el colectivo. En breve se abrirá esta plataforma digital que permitirá mejorar y ampliar la red de comunicación con el espacio profesional.
4.3. Los instrumentos y recursos docentes implementados en la supervisión
A lo largo de estos años se han venido implementando diversos instrumentos y recursos que incrementan la calidad de los aprendizajes adquiridos por los estudiantes en el proceso formativo de sus prácticas. Entre los más importantes se destacan en las primeras prácticas, el diseño y aplicación de la carpeta de aprendizaje o portafolio (Matulič et al., 2017), el diario reflexivo como instrumento para identificar y reflexionar sobre la competencia del autoconocimiento (Boixadós et.al,2017); así como las dinámicas de grupo en ambos periodos de prácticas (De Vicente, 2009). Estas actividades potencian la construcción de una reflexión colectiva en la que fundamentar la acción práctica. Diversos documentos del estado español (Libro Blanco del trabajo social, 2005 y el Documento de Barcelona, 2007) establecen la necesidad que las prácticas externas sean debidamente supervisadas (Matulic, M.V et.al, 2013).
La aplicación del portafolio en la asignatura de Supervisión I es una metodología que adquiere una especial relevancia en el primer momento de prácticas. La graduación y revisión de los conocimientos permite a los estudiantes una identificación y mejora de las competencias adquiridas a lo largo de su proceso de aprendizaje. El estudiante realiza una incorporación consciente de sus propios conocimientos (cognitivos, metodológicos y afectivos) y una revisión constante de sus fortalezas y limitaciones en todo el proceso. Sin embargo, desde los equipos docentes que han diseñado e implementado esta metodología se valora necesario incorporar a las tutoras y tutores en todo el proceso de construcción y evaluación de las evidencias de aprendizaje para incrementar la calidad de este instrumento metodológico (Matulič et al., 2017).
La aplicación del Diario de campo reflexivo en los espacios de supervisión ha incrementado la reflexión y ayudado a los y las a estudiantes a pensar sobre lo que han aprendido de ellos/as mismos/as; lo que han aprendido de las situaciones sociales y las prácticas profesionales como observadores/as y en su propia intervención y, respecto a lo que han aprendido de las relaciones que han podido tejer en el centro de prácticas y en el espacio de supervisión (Boixadós et.al,2017). Se deberían implementar estas estrategias pedagógicas a lo largo de los estudios del Grado de trabajo social para ayudar a los y las estudiantes en la reflexión del autoconocimiento como competencia básica de nuestra profesión. Un ejercicio que se inicia con las primeras experiencias de las prácticas y debería continuar a lo largo del ejercicio profesional.
Las dinámicas grupales del espacio de supervisión representan una oportunidad para los y las estudiantes, incrementando la capacidad reflexiva y analítica a través de la co-construcción de conocimientos compartidos con sus iguales. Es a partir de la práctica reflexiva como los y las estudiantes incorporan conocimientos e identifican habilidades, construyendo a lo largo de su proceso formativo la identidad profesional. La construcción de la identidad profesional es, sin duda, una de las finalidades a destacar en la fase de formación inicial de los y las estudiantes (De Vicente y Matulic, 2011). Los espacios de supervisión son altamente valorados por los estudiantes y suponen un soporte educativo y emocional necesario en las experiencias prácticas de la formación. Se requiere que los docentes de este espacio tengan experiencia en la práctica profesional y habilidades relaciones y grupales para atender los procesos formativos de los estudiantes, así como el acompañamiento con las tutoras y tutores externos. La selección de los docentes adecuados, su implicación y evaluación continuada, implica desde el Practicum un reto importante para la formación y calidad de las prácticas.
También se han generado desde los espacios de coordinación de la Supervisión I y Supervisión II recursos para acompañar a los nuevos tutores/as docentes de este espacio educativo. A partir de la implementación del Grado y en relación a los cambios producidos en el contexto universitario, se han incorporado nuevas figuras docentes (profesores/as asociados) que han requerido de un mayor acompañamiento por parte de las coordinadoras de las Supervisión I y II. Se destacan como más importantes las Pautas Orientativas dirigidas al profesorado de las asignaturas, Supervisión I y Prácticas I (Matulič y Boixadós, 2014) y las de Supervisión II y Prácticas II (De Vicente y Munté, 2016).
También desde la Supervisión I se han venido implementando desde el año 2014 las “Jornadas de ética” en las primeras prácticas del Grado de Trabajo social. Esta actividad que implica a todo el equipo de supervisores y supervisoras, tutoras y tutores de prácticas y al conjunto de estudiantes que realizan sus primeras prácticas ha supuesto una mejora en la formación colaborativa entre el espacio académico y el profesional. Estas jornadas han tenido una importante asistencia (200 participantes) cada año. A través de las mismas se han reflexionado y debatido en relación a los valores y dilemas éticos más frecuentes en nuestra profesión.
4.4. Propuestas de nuevos instrumentos de calidad
A partir de los resultados obtenidos en las evaluaciones de las actividades e instrumentos implementados, así como del mencionado MQD se valora necesario la implementación de nuevas propuestas que incrementen la calidad de las prácticas externas del Grado en Trabajo Social de la UB. Entre las más importantes destacamos:
La implementación del modelo de prácticas externas en el Grado de trabajo social de la Universidad de Barcelona ha requerido de importantes cambios organizativos y académicos. Se incrementa la gestión de los centros, así como los acompañamientos a estudiantes y tutores/as externas en un escenario profesional y académico complejo. La creación de un equipo de profesores que lidera la organización de las prácticas, la implementación de la Comisión de prácticas y las coordinaciones de los equipos de supervisión han sido elementos claves para el buen funcionamiento de las prácticas.
A través de la revisión documental de las actividades e instrumentos de calidad implementados a partir de la creación del Grado en trabajo social se han identificado mejoras cualitativas en el desarrollo del Practicum. Entre las más destacadas se encuentran la realización de jornadas, la formación a tutores y tutoras externas y la implementación de recursos e instrumentos docentes que acompañan ambos espacios. Los objetivos propuestos a través de las actividades implementadas se basan en un reconocimiento social al profesional tutor/a y a la institución colaboradora, por parte de la UB. La captación de profesionales expertos por parte de la academia es un requisito fundamental para el crecimiento y articulación de sinergias necesarias entre ambos espacios.
La implementación de instrumentos de calidad implica a todos los agentes (instituciones y profesionales externos, supervisores/as y la Universidad). A lo largo de estos años se han venido implementando diversas estrategias colaborativas con las instituciones que han permitido el incremento y diversidad de las prácticas profesionales. También se han incorporado otras áreas y recursos del espacio universitario a la formación de los y las tutoras externas. A través de esta colaboración se ha podido dar respuesta a las demandas de los profesionales, a la vez que se establecen alianzas que refuerzan el buen funcionamiento de las prácticas
Desde la implementación del Grado se ha incrementado la participación de los y las profesionales y estudiantes en los espacios y órganos académicos, creando de esta forma una colaboración compartida entre todos los agentes implicados. En la acreditación realizada por la Agencia Catalana de Calidad (AQU) en el año 2016, las prácticas del Grado en trabajo social han sido valoradas positivamente, debiendo producirse mejoras en lo que concierne al sistema de evaluación. En este sentido, se plantean nuevos retos en la creación de instrumentos de evaluación, de incorporación de metodologías participativas, del incremento de espacios de formación que aseguren la calidad de los docentes externos y académicos, de una mayor implementación de recursos tecnológicos y de la acreditación de centros y tutoras que afiancen la formación de las prácticas.
La Universidad de Barcelona, además de establecer vínculos con las instituciones externas colaboradoras en la formación práctica del alumnado, debería intensificar la colaboración con otros organismos en los que se desarrolle la actividad profesional (colegios profesionales; conferencia de directores/as; entidades colaboradoras del sistema de servicios sociales; empleadores/empleadoras y profesionales) en un intento de fortalecer los procesos de enseñanza/aprendizaje profesional.
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