Trabajo Nº: | RES0042 |
Tipo: | Oral |
Tema: | Contradicciones del Prácticum y las prácticas externas en la adquisición de competencias profesionales |
Autores: |
Lileya Manrique Villavicencio Pontificia Universidad Católica del Perú (Departamento de Educación) lmanriq@pucp.edu.pe |
Keywords: | Perfil de egreso, Evaluación del perfil de egreso, Educación Primaria, Competencias profesionales, Prácticum. |
La Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica del Perú nace en el año 1947. Desde entonces, se imparte una formación sólida de calidad, con visión humanista y principios éticos, actualemente, con un enfoque educativo reflexivo-práctico para la formación de futuros docentes, que contribuirán al desarrollo socio educativo de nuestro país. La Facultad ofrece las carreras de Educación Inicial, Educación Primaria y Educación Secundaria, que se encuentran inmersas en procesos de mejora continua.
Una de las dimensiones que se evalúa para acreditar la calidad de las carreras, se refiere al logro de las competencias profesionales previstas en el perfil de egreso. Ciertamente, los sistemas de aseguramiento de la calidad exigen evidencias acerca de los resultados de aprendizaje en función del compromiso público asumido por la institución de educación superior expresado en los perfiles de egreso, por lo que estos deben ser concretos y verificables (CINDA, 2017, 12). Sin embargo, se reconoce la dificultad en las facultades para "demostrar que cuentan con procedimientos eficaces para verificar que sus egresados satisfacen a cabalidad las declaraciones efectuadas acerca de los aprendizajes esperados". (CINDA, 2017,12)
Actualmente, cada vez más se difunden diversas experiencias que sistematizan la evaluación de competencias en la educación superior, en las cuales se proponen referentes conceptuales, procedimientos validados, se señalan desafíos y tensiones, así como recomendaciones para la acción (CINDA, 2017; García-Calderón, 2017).
La evaluación del perfil de egreso implica la verificación, valoración y validación de que los alumnos cumplen con las competencias determinadas en dicho perfil, al momento de completar sus estudios. Para ello, la evaluación del perfil no solo se debe ubicar hacia el final de los estudios, sino se debe verificar su avance a lo largo de la formación, es decir, durante el desarrollo del plan de estudios o plan curricular, para lo cual es necesario identificar "hitos de verificación de aprendizajes" (Riquelme, Ugüeño, Del Valle, Jara y Del Río, 2017). Ello exige diseñar todo un sistema de evaluación del perfil de egreso, que brinde retroinformación oportuna para introducir los ajustes necesarios en el plan de estudios y en la gestión curricular.
Siguiendo a Riquelme et. Al. (2017), señalan que para evaluar un perfil de egreso se puede acudir a diferentes fuentes, que no son excluyentes: 1) Nivel de satisfacción del proceso formativo y sus resultados, desde los estudiantes y egresados; 2) Evolución del aprendizaje en los ciclos formativos; 3) Calidad del desempeño de los egresados, a partir de ellos y de los empleadores; 4) Relación del perfil con demandas del medio, a través de consultas con expertos de la academia, del mercado laboral y del ámbito profesional; y 5) Coherencia entre oportunidades de aprendizaje y logro del perfil, a partir de los cursos del plan de estudios. En este estudio, se da cuenta del nivel alcanzado en los resultados al finalizar la formación de los estudiantes, por ende, se valora el logro de competencias propias del perfil de egreso.
De otro lado, se concuerda con Del Valle (2010,16) que es "fundamental generar espacios en que el estudiante pueda evidenciar los desempeños que son propios de una competencia, tanto genérica como específica, y es también central poder retroalimentar a los estudiantes conforme a sus desempeños".Esto supone seleccionar las situaciones en las que los estudiantes demuestren las competencias en acción, así como actividades y productos que servirán de evidencia, considerando que deben responder a "sistemas de evaluación más auténticos y ligados a los desempeños profesionales propios de cada carrera, con el propósito de tener evidencias efectivas del logro de los perfiles de egreso"(Riquelme et.al.,2017,35). Sin embargo, dado que la competencia es un saber actuar complejo, proseguirá su desarrollo a lo largo de la vida. Por tanto, como nos advierte Tardif (2003,69), "a los docentes les espera una tarea "herculiana", cual es, determinar el grado de desarrollo esperado con respecto a cada una de las competencias de su programa de formación ".
Por ello, el Prácticum es un espacio privilegiado para la puesta en acción de las competencias docentes de los estudiantes, tratándose de un escenario profesional real y que ofrece una riqueza formativa para el desarrollo de los cursos, al integrarse como un recurso importante durante la formación docente (Latorre y Blanco, 2011). En esa misma línea, Pérez Gómez (s.a.) señala que la práctica docente en contextos reales es clave en la formación experiencial de los nuevos docentes, en tanto se contrasta la teoría con la práctica, se facilitan procesos de socialización del profesional docente y el estudiante pone en juego todos sus recursos competenciales (conocimientos, habilidades, actitudes, emociones, capacidades, aptitudes) para responder en forma responsable a las diversas y complejas situaciones educativas.
En esta investigación se ha considerado que en el curso del último semestre denominado Tesis 2 y desempeño pre-profesional, se evalúe a los estudiantes en el logro de los desempeños y competencias docentes, asociadas al perfil de egreso de la carrera de Educación Primaria. En esta evaluación, las docentes asesoras de la práctica pre-profesional valoran el nivel de logro alcanzado, a través de las producciones que realizan los practicantes (documentos de planificación, portafolio, autoevaluaciones) y los desempeños que muestran en el ejercicio de su práctica pre-profesional. La Dirección de Estudios es la instancia en la Facultad de Educación encargada de la gestión curricular, así como de los procesos de acreditación y de evaluación de las carreras. Se cuenta con la asistencia técnica de la Oficina de Evaluación, de la Dirección de Asuntos Académicos de la PUCP.
La investigación evaluativa constituye un modo de investigación aplicada (Latorre, Del Rincón y Arnal, 1996; Martínez, 2004; Escudero, 2016) sobre diversos objetos de estudio, entendida como el proceso riguroso, controlado y sistemático de recogida y análisis de información, según criterios y estándares científicos, rigurosos y múltiples, para la toma de decisiones sobre un determinado objeto, que puede ser un programa educativo. A decir de Martínez (2004), la validez del conocimiento evaluativo se demuestra a través de su capacidad para asignar valoraciones y la credibilidad en cuanto mejora lo evaluado.
En nuestro caso, se trata de evaluar uno de los elementos curriculares como es el Perfil de egreso, a través de los desempeños que evidencian el logro de la competencia. El objetivo es identificar el nivel de logro de las competencias del perfil de egreso del plan de estudios 2017 de la carrera de Educación Primaria y, con ello, determinar las competencias logradas y no logradas, por el grupo de estudiantes que egresan. Con los resultados obtenidos se busca la mejora del proceso formativo y, en especial, de la calidad de las experiencias del prácticum para que los docentes en formación, alcancen niveles satisfactorios en las competencias del perfil de egreso. De otro lado, estos resultados retroalimentan los planes de mejora de la carrera y permiten dar cuenta a los diversos actores y a la sociedad, sobre la calidad de la formación que se brinda en la Facultad de Educación.
El curso elegido para la evaluación del Perfil corresponde a "Tesis 2 y desempeño pre-profesional", curso de último semestre de estudios de la carrera de Educación Primaria, del semestre 2018-2, dado que integra la elaboración de un proyecto o trabajo de investigación con las prácticas pre-profesionales en el ámbito laboral. Se evaluó a la totalidad de estudiantes matriculadas en el curso (12), a través de las evidencias de desempeño recogidas en un portafolio, así como en el desempeño mostrado en su práctica docente, durante las visitas de las profesoras asesoras al aula y los informes de las docentes colaboradoras del centro de práctica. Se seleccionaron como actividades de evaluación: fichas de evaluación de sesiones de clase, guías de autoevaluación y heteroevaluación del desempeño profesional docente, evidencias del portafolio y el informe final de su investigación. Los informantes claves fueron las profesoras asesoras quienes evaluaron los desempeños priorizados de las competencias del perfil de egreso, en base a las actividades antes referidas y según un procedimiento establecido.
Para la evaluación del perfil de egreso, se procedió con las siguientes fases: se elaboró el marco de referencia que sirvió de base para los supuestos teóricos de partida; se procedió a la planificacion, en la cual destacamos la priorización de los desempeñoss más representativos de cada competencia; luego la construcción de rúbricas para el recojo de información sobre los desempeños e indicadores. Asimismo, se elaboró una matriz general que consolida los resultados de evaluación por estudiante según cada desempeño. Se contó con la asistencia técnica de la Oficina de Evaluación de la Dirección de Asuntos Académicos (DAA) de la Universidad, quien nos asesoró sobre el proceso y se encargaron de la construcción y validación de las rúbricas y la matriz general de evaluación, a través de juicio de expertos y consulta a las profesoras asesoras. Posteriormente, se procedió al recojo de información con la aplicación de las rúbricas por las profesoras asesoras, quienes recibieron entrenamiento en la administración del instrumento y el llenado de la matriz por cada una de sus estudiantes. Seguidamente, se procedió al análisis de la información a partir de la matriz general, propuesta en Excel, para realizar las mediciones descriptivas y obtener los resultados.
El Perfil de egreso está vigente desde el año 2017, es un perfil por competencias y desempeños, que integra competencias genéricas y específicas de la carrera de Educación Primaria. Consta de 10 competencias y se seleccionaron 14 desempeños para su evaluación, quedando entre 1 a 3 desempeños por cada competencia, como se muestra en la siguiente tabla.
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Tabla 1. Competencias y desempeños priorizados – Plan de estudios 2017 de la carrera de Educación Primaria |
Para garantizar la representatividad de las competencias, se tuvo siempre en cuenta al momento de priorizar desempeños: ¿Qué tanto representa el desempeño escogido a la competencia a la que pertenece? ¿cuán capaces son los desempeños seleccionados para integrar los distintos componentes de la competencia?; asimismo, se aseguró la viabilidad de la evaluación al responder: ¿Qué tan factible es evaluar el desarrollo de determinados desempeños dentro de los materiales y actividades del curso Tesis 2 y desempeño pre-profesional?
Como se señaló, se identificaron cuáles eran las actividades de evaluación o instrumentos aplicados en la práctica pre-profesional, en las cuales se evidenciaba mejor el desempeño de las estudiantes durante el curso. Asimismo, se identificaron las secciones o partes del instrumento de evaluación y, específicamente, las preguntas, ítems o indicadores en los que se fijarían las profesoras asesoras para valorar cada desempeño.
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Tabla 2. Matriz de identificación de desempeños y actividades de evaluación |
Se empleó como instrumento la rúbrica de evaluación, que permite identificar el nivel de logro alcanzado para la medición de las competencias usando una escala. Una rúbrica es un registro evaluativo que posee ciertos criterios o dimensiones a evaluar y lo hace siguiendo unos niveles o gradaciones de calidad y tipificando los estándares de desempeño (Cano, 2015,267). Si bien este instrumento tiene un fuerte componente descriptivo, se transforma en valor numérico como generador de datos cuantitativos que expresan valores del nivel de logro.
En su estructura, la rúbrica cuenta con dos ejes: vertical y horizontal. En el eje vertical se encuentran los desempeños priorizados para medir cada competencia del perfil de egreso. En el eje horizontal, se encuentran los niveles de logro alcanzado, los cuales fueron definidos de la siguiente manera:
Asimismo, en la matriz general de evaluación se registró el valor alcanzado en los desempeños seleccionados para cada competencia del perfil de cada estudiante. Se determinó frecuencias y se hallaron porcentajes mediante el software Microsoft Excel 2016. A través de los valores hallados, se identificó la cantidad de estudiantes que se encuentran en un nivel Inicial, En Proceso, Satisfactorio y Sobresaliente. A partir de ello, se estableció que el grupo que obtiene un nivel Inicial y En Proceso son aquellos que no han logrado la competencia; mientras que, los que alcanzan un nivel Satisfactorio y Sobresaliente han logrado la competencia. Además, se estableció como punto de corte 75%, como el mínimo porcentaje de logro esperado de la competencia. Cabe señalar que se brindó toda la información necesaria a las docentes asesoras y estudiantes sobre esta investigación y se resguardó la confidencial debida.
En el semestre 2018-2 se efectuó la evaluación de las competencias del perfil. A partir de los resultados del grupo de estudiantes, se pudo obtener el nivel del logro del Perfil de egreso de la carrera de Educación Primaria, lo que permitió reconocer las competencias logradas y no logradas, según alcanzaran el 75% señalado como punto de corte.
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Figura 1. Resultados del nivel de logro del Perfil de Egreso de Primaria |
A continuación, se presentan los resultados más saltantes:
Si bien las competencias del perfil de egreso de la carrera de Educación Primaria de la promoción 2018 fueron logradas en su totalidad, se observa que, salvo dos competencias, las otras ocho competencias, se encuentran entre un 75% y 92% de logro por algunas estudiantes. Las competencias logradas satisfactoriamente muestran que las estudiantes son capaces de realizar acciones para la formación integral de sus alumnos, respetando su proceso de desarrollo humano y; junto a ello, las estudiantes demuestran respeto y promueven los derechos humanos, especialmente de los niños y niñas en el marco de una ética profesional.
El resultado obtenido en la competencia vinculada con la investigación (75% de logro) es la que más llamó la atención, pues el plan de estudios provee un conjunto de cursos que apuntan a trabajar la investigación formativa, promoviendo habilidades de observación, descripción, análisis, síntesis y evaluación; además de comunicación oral y escrita para la redacción académica. Las estudiantes deben realizar durante el año de la práctica pre-profesional una tesis, vinculada con alguna problemática educativa próxima a su realidad, y cuentan con la asesoría de la docente que orienta la investigación. El otro conjunto de competencias logradas entre 83% y 92% nos advierte que se debe revisar los contenidos formativos, las experiencias prácticas y los resultados de los aprendizajes para fortalecer su desarrollo a lo largo de la formación, de tal forma que en el Prácticum se evidencie un mejor performance.
Cabe señalar, que estos resultados fueron discutidos en dos reuniones de trabajo con las profesoras asesoras del Prácticum de Primaria. En estos espacios de encuentro se plantearon preguntas relacionadas a los factores que facilitaron y dificultaron el desarrollo de las competencias, en función de los estudiantes, docentes, la práctica pre- profesional, el desarrollo del plan de estudios. Esta acción estuvo orientada a propiciar la reflexión de las docentes acerca de las razones que pudiesen estar asociadas a los resultados obtenidos y alcanzar recomendaciones para siguientes procesos (Manrique y Purizaga, 2018). De otro lado, sirvió para que el cuerpo docente se "haga cargo colectivamente del perfil de egreso y de cada estudiante de la carrera" (Del Valle, 2010,4) y se comprometa con las propuestas de mejora que incidan en su práctica profesional.
Se reconoció que el grupo de estudiantes evaluados, trajo por los cursos de Investigación y Práctica Educativa, más experiencia de Prácticum en diversas realidades educativas que grupos anteriores, lo que se reflejó en una mayor seguridad en sí mismas y en su capacidad de flexibilidad ante las situaciones que enfrentaron en la práctica. Asimismo, se caracterizó por ser un grupo con motivación para la docencia y, según expresaron las profesoras asesoras, estuvo integrado por "estudiantes talentosas y responsables". Por lo que la conformación del grupo de estudiantes, en cuanto condiciones personales y de desempeño profesional, así como su experiencia previa en la práctica docente, ha influido en los resultados alcanzados.
En relación a su rol como docentes, las profesoras asesoras reconocieron la necesidad de seguir profundizando en la metodología del enfoque reflexivo; de tal manera, que puedan orientar mejor a las practicantes para que alcancen mayores niveles de reflexión sobre su práctica. Ello corresponde a la competencia 6 del Perfil de egreso que fue logrado en un 83%. Además, se sugirió que el enfoque reflexivo y su metodología sea socializada con los otros docentes de la Facultad de Educación, especialmente, con los docentes de cursos de didáctica para fortalecer el pensamiento reflexivo sobre el saber y quehacer docente.
Respecto al plan de estudios, se evidenció la necesidad de incorporar los niveles del enfoque reflexivo sobre la práctica, para que se trabajen de manera explícita en los cursos de la línea de investigación y práctica educativa. Asimismo, debe asegurarse un trabajo coordinado para que en los cursos de fundamentos de la carrera y los de didáctica de la especialidad, se convierta en una práctica continua de las estudiantes, que propicie la integración teoría-práctica, la revisión de sus creencias y teorías implícitas que surgen en las experiencias reales de Prácticum.
Respecto al sistema de evaluación del perfil de egreso, las profesoras asesoras señalaron que la evaluación con las rúbricas parece no ser suficiente. Sugieren complementarla con autopercepción y percepción global de los desempeños por los estudiantes, así como simulaciones para evaluar ciertas competencias, que en los centros de práctica no les permiten su despliegue. En ese sentido, esto confirma lo que la literatura indica sobre el empleo de diversas fuentes para evaluar el éxito del perfil de egreso. (Riquelme et. al.,2017)
En esa misma línea, se observó que condensar la evaluación de todo el perfil de egreso en un solo curso, no posibilita tomar decisiones que impacten a tiempo. Por lo cual, se considera necesario realizar esta evaluación a la mitad de la carrera (en quinto o sexto ciclo) para que sea factible realizar los ajustes necesarios y asegurar el logro satisfactorio del Perfil de egreso al final del proceso.
Se puede mencionar que las docentes reconocen limitaciones en la relación con los centros de prácticas para el desarrollo y evaluación de algunos desempeños. Indican que no todas las escuelas brindan las condiciones necesarias para el desarrollo de las competencias, en tanto ciertos estudiantes se ven limitados en aspectos como toma de decisiones sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje a nivel de planificación y evaluación del aprendizaje, así como la interacción con padres de familia. Por lo que, en una próxima versión de la evaluación del Perfil de Egreso, se tendrá que incorporar otras actividades y estrategias evaluativas que permitan recoger los desempeños mencionados.
Todo este proceso, nos permitió proponer recomendaciones tanto para estudiantes, docentes asesoras, respecto al plan de estudios y también se establecieron recomendaciones para el propio sistema de evaluación del perfil de egreso, con miras a ir perfeccionando la evaluación del perfil de egreso en el Prácticum, con las siguientes promociones de estudiantes. De otro lado, nos sirvió para debatir sobre las competencias que nuestros estudiantes demuestran en el contexto de su práctica pre-profesional y cuáles son los productos o evidencias que confirmarían su logro, especialmente por los resultados obtenidos en relación a las competencias de investigación y de una práctica reflexiva en los estudiantes.
De otro lado, se enfrentó cierta limitación, en vista que la reunión de devolución y reflexión sobre los resultados solo se llevó a cabo con los docentes del Prácticum, no se logró la participación de las estudiantes, lo cual permitiría una segunda perspectiva sobre los resultados.
A través del procedimiento evaluativo desarrollado por la Facultad de Educación de la PUCP, se pudo identificar el nivel de logro alcanzado en las competencias del Perfil de Egreso, a partir de un grupo de desempeñoñs priorizados, en las estudiantes que egresaron en el año 2018. Ello permitió medir el éxito de la carrera de Educación Primaria, al identificar qué competencias fueron logradas y cuáles no alcanzaron el punto de corte esperado (75%). Evidentemente, ello tuvo un impacto directo en la mejora de la formación a partir de la revisión del plan de estudios, pero de manera importante en la forma cómo se enseña y evalúan las competencias, en cada uno de los cursos a lo largo de la carrera. De otro lado, tuvo un correlato en la revisión de las habilidades de investigación formativa, las habilidades docentes y de reflexión sobre la práctica, que progresivamente deben ir desarrollando y consolidando los estudiantes para llegar en mejores condiciones al momento de la práctica pre-profesional o Prácticum.
Como se recoge de la experiencia del Tecnológico de Monterrey (López, 2017,112) es importante el cierre de ciclos de mejora. Esto significa, que la evaluación de las competencias del perfil de egreso no se convierta en un fin en sí misma, sino que revierta en la mejora continua del programa. También nos sugieren contar con una estrategia permanente de comunicación "que difunda los beneficios obtenidos como resultado de implementar un programa de evaluación de competencias de egreso", es decir, que se visibilicen los cambios que se realizan ante los diversos actores y comunidad educativa. Ello cobra importancia por el esfuerzo y tiempos adicionales que demanda llevar a cabo estos procesos evaluativos para los docentes, estudiantes y equipo técnico.
Como lecciones aprendidas de este proceso de evaluación del perfil de egreso, se señalan las siguientes: 1) Es necesario unificar criterios en la valoración del desempeño de cada estudiante, por parte de los docentes que evalúan para poder aplicar la rúbrica, así minimizar sesgos o distorsiones. 2) El espacio de la práctica pre-profesional es el adecuado como para ver en acción múltiples competencias, aunque con las limitaciones que se han señalado. 3) Es necesario incorporar el punto de vista de los estudiantes y de los docentes que se encuentran en el aula acompañándolos en forma permanente. 4) Revisar y aprovechar mejor el portafolio pedagógico que elaboran los estudiantes para identificar mejores evidencias del desempeño profesional. 5) Es fundamental la devolución de los resultados y los espacios de socialización de dichos resultados con la coordinación de la carrera, la comisión de actualización curricular y los docentes de la práctica, asimismo, se requiere extender a otros docentes de la carrera.
En definitiva, estos resultados sirven para reflexionar sobre el desarrollo y evolución de los aprendizajes y la formación que reciben los estudiantes, por lo que se hace necesario diseñar un sistema de evaluación del perfil de egreso, que parta de una línea de base sobre competencias genéricas y luego se identifiquen los hitos de evaluación de aprendizajes a lo largo de la formación, que permitan verificar y validar los distintos desempeños asociados a las competencias del perfil. En ese sistema será imprescindible triangular diversas miradas como la de los estudiantes, los docentes de la facultad, así como de los docentes colaboradores, que se encuentran en los centros de práctica; así como considerar diversas actividades de evaluación donde se demuestren los desempeños. A partir de esta experiencia se reconoce que es una oportunidad para movilizar el cambio, pero implicará diseñar un sistema o modelo de evaluación de competencias riguroso, viable, sencillo en su aplicación y de fácil comunicación(López, 2017).
Una última cuestión a plantear es que tanto nuestras instituciones están dispuestas a aprender de la experiencia de evaluación del Perfil de Egreso por competencias y actuar, en forma oportuna, para introducir los ajustes que se pudiera requerir, tanto en las formas de enseñar y de evaluar los aprendizajes, como en el sistema evaluativo adoptado, para que así contribuya a la mejora continua de la calidad en la formación de docentes.
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